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León XIV, el Papa con alma peruana: del "Santo del Norte" a líder del Vaticano

Robert Prevost inició su pontificado como León XIV y crecen las voces que recuerdan su paso por Perú, donde dejó una profunda huella. Humilde, cercano a los pobres y defensor de la justicia social, su legado ya lo había convertido en "uno de los nuestros" mucho antes de llegar a Roma.

10 Mayo de 2025 12.11

Con el inicio del pontificado de León XIV, comienzan a aflorar las historias menos conocidas del nuevo Papa, especialmente las que lo vinculan a su vida en Perú, donde vivió casi cuatro décadas y fue apodado por obispos y fieles como "El Santo del Norte".

Robert Prevost, nacido en Chicago y nacionalizado peruano en 2015, llegó como misionero agustino al empobrecido norte peruano en 1985. "Era una persona con tiempo para todos", recordó el fraile Alexander Lam, quien compartió años de trabajo con él. "Incluso los obispos lo llamaban el Santo del Norte. Era ese tipo de obispo que te cruzabas por el camino, cercano, humano".

 

Una vida marcada por la justicia social

 

Prevost se graduó en Matemáticas en la Universidad de Villanova y fue ordenado sacerdote a los 30 años. Luego de su primera misión en Chulucanas, regresó brevemente a Estados Unidos y volvió al Perú para dirigir el seminario agustino de Trujillo, donde dejó una huella indeleble.

"Su experiencia en zonas rurales y pobres marcó su impronta", explicó Véronique Lecaros, directora del Departamento de Teología de la Pontificia Universidad Católica del Perú. "Su contacto con la pobreza fue directo, de escuchar a los más necesitados".

Un episodio relatado por Lam da cuenta de ese estilo: durante la visita de Francisco al Perú en 2018, Prevost durmió en carpa junto a sus fieles. "No eran grandes gestos institucionales, pero sí profundamente humanos", dijo.

Prevost también se destacó por su compromiso con el ambiente. Antes de dejar el país en 2023, ingresó a una zona inundada con botas de goma para asistir a los damnificados y alertó sobre la crisis climática.

 

"Un Papa con el corazón en el Perú"

 

Su sucesor en la diócesis de Chiclayo, monseñor Edinson Farfán Córdova, afirmó que "conoce el mundo, pero su corazón está en el Perú". En Chiclayo, donde fue obispo entre 2015 y 2023, Prevost se ganó el afecto de los vecinos por su trato directo y sin protocolos.

"No esperaba que los fieles vinieran, él iba hacia ellos", contó una vecina. Su trabajo con migrantes venezolanos fue especialmente recordado: les ofrecía comida, albergue y consuelo. "Era humilde, caritativo. Un cura de calle", resumió.

A pesar de su acento norteamericano, Prevost hablaba un español cercano y claro. Disfrutaba la comida local —el ceviche, el cabrito, el seco— y no tenía reparos en subirse a un caballo, cocinar o atender personalmente a los más pobres. Tampoco tenía chofer: manejaba su propio vehículo y caminaba largas distancias.

"Se metió en la piel de los peruanos, fue uno más", aseguró Kurt Mendoza, quien trabajó con él en la Conferencia Episcopal Peruana. "Ni siquiera el Opus Dei, que gobernaba antes su diócesis, se atrevió a criticarlo abiertamente".

Desde su llegada a Roma en 2023, mantuvo un perfil bajo pero lideró importantes reformas en la Iglesia, como la incorporación de mujeres al comité que decide el nombramiento de obispos. En 2025, Francisco le otorgó el rango más alto de cardenal.

 

Un Papa que no calla frente al poder

 

Durante su episcopado en Chiclayo, Prevost no dudó en enfrentarse al poder político. En 2017, pidió públicamente al expresidente Alberto Fujimori que pidiera perdón a las víctimas de violaciones a los derechos humanos.

En 2023, en medio de una ola de protestas en Perú que dejó decenas de muertos, defendió el derecho a la manifestación. "No era el mejor momento para irme del país", le confesó entonces al Papa Francisco.

"Defensor de la democracia y la institucionalidad", lo define uno de sus excolaboradores. "No se va a quedar callado ante los poderosos".

Con 69 años, el papa León XIV llega al Vaticano con un estilo pastoral profundamente influenciado por América Latina, en continuidad con el legado de Francisco. Un pontífice que, como recuerdan en Perú, ya era "uno de los nuestros" mucho antes de ser elegido Papa.