A pocos días de las elecciones generales, la Casa Rosada activó una estrategia para conformar una "nueva mayoría" parlamentaria que permita al presidente Javier Milei avanzar con su agenda de reformas laboral y tributaria. El oficialismo busca consolidar una alianza política con el PRO, encabezado por Mauricio Macri, aunque los gobernadores provinciales se mantienen expectantes y reclaman gestos concretos de gobernabilidad.
Las recientes derrotas del Ejecutivo en el Congreso y el rechazo a varios decretos de necesidad y urgencia generaron preocupación en los Estados Unidos, que reclaman estabilidad institucional como condición para avanzar con asistencia financiera e inversiones. En este contexto, Milei mantiene conversaciones con el expresidente Macri, con quien ya se reunió dos veces en la Quinta de Olivos para delinear una hoja de ruta conjunta.
El PRO, que ya anunció públicamente su respaldo a La Libertad Avanza, considera imprescindible consolidar un bloque legislativo ampliado. Mauricio Macri advirtió que "para alcanzar el crecimiento económico es necesario conformar una nueva mayoría reformista en el Congreso". El mensaje fue respaldado por el asesor presidencial Santiago Caputo, quien busca alinear sectores opositores dialoguistas detrás del proyecto oficial.
Sin embargo, desde las provincias la respuesta es más prudente. Gobernadores del norte y del sur señalaron que están dispuestos a debatir las reformas siempre que exista apertura al diálogo y un plan económico claro. Plantean que la discusión legislativa debe darse después de las elecciones del 26 de octubre y no antes.
En paralelo, el jefe del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, inició gestiones para sumar legisladores y consolidar un frente parlamentario que permita al oficialismo pasar "de la defensa a la ofensiva". La eventual incorporación de dirigentes del macrismo al gabinete nacional se analiza para después de los comicios, como señal de integración política.
Mientras el Gobierno nacional apuesta a esta construcción para fortalecer su margen de gobernabilidad, los mandatarios provinciales advierten que el apoyo dependerá de que el Ejecutivo modifique su estilo de confrontación y avance hacia consensos básicos.
En Catamarca, la posible conformación de esta nueva mayoría nacional también genera expectativas entre los sectores políticos locales. El gobernador Raúl Jalil ha mantenido una postura de diálogo institucional con la Casa Rosada, aunque advirtió en reiteradas oportunidades la necesidad de proteger los recursos provinciales y garantizar acuerdos federales que no perjudiquen a las economías regionales. En el oficialismo catamarqueño hay cautela frente al avance del alineamiento entre La Libertad Avanza y el PRO, ya que cualquier reforma fiscal o tributaria podría impactar directamente en el envío de fondos coparticipables y en el financiamiento de programas sociales y productivos en la provincia.