El entorno del senador Luis Juez confirmó que, pese a considerarlo un "amigo", el presidente Javier Milei aún no se comunicó con él luego del polémico posteo del dirigente Daniel Parisini, conocido como "Gordo Dan". Sin embargo, otros dirigentes de La Libertad Avanza (LLA) intervinieron rápidamente para contener la situación.
El primero en llamar fue Guillermo Francos, jefe de Gabinete, quien expresó su solidaridad con Juez. También recibió un mensaje en el mismo sentido de Karina Milei, "el Jefe", en un movimiento que fuentes oficiales describen como un "control de daños" tras la agresión en redes sociales.
Juez optó por mantener silencio, convencido de que no conviene darle más repercusión a Parisini. Durante estas horas, recibió apoyos de libertarios, opositores y del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora.
En contraste, su hijo Martín Juez, concejal del Frente Cívico en Córdoba, salió a responder públicamente al posteo de Parisini: "¿Qué vas a esperar de ese gordo pelotudo? Es un imbécil. Tiene un tema con ponerla; se ve que, como no lo hace, tiene que poner eso en Twitter".
Martín Juez destacó que la familia se vio afectada por los dichos de Parisini, especialmente por la referencia a Milagros, la tercera hija del senador, que nació con parálisis cerebral.
El martes, Francos calificó el posteo como "absolutamente fuera de lugar" y subrayó que Juez ya había anticipado su posición en votaciones anteriores, como la emergencia en discapacidad, la suba de jubilaciones y el bono a jubilados, decisiones que generaron críticas de trolls libertarios que lo acusaron de "traidor".
El senador, integrante del Frente Cívico dentro de la alianza electoral de LLA en Córdoba, mantiene reuniones con referentes libertarios, entre ellos Agustín Laje, y subrayó la importancia de la lucha contra la corrupción: "La 'batalla cultural' es luchar contra la corrupción que hay en la política. No hacerlo es intolerable. No se lo tolero ni al enemigo ni al amigo", afirmó Juez.
En este contexto, la estrategia de los libertarios apunta a minimizar daños y sostener los vínculos políticos, mientras el senador evalúa sus próximos pasos sin alterar su postura pública.