El presidente Javier Milei participó este lunes de la inauguración del nuevo edificio de Corporación América, acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Allí, el mandatario reforzó su perfil de campaña, evitó pronunciarse sobre el escándalo de presuntas coimas y advirtió: "No me importa todo el daño que puedan hacerme de acá a las elecciones".

Críticas al Congreso y defensa de su gestión

En su discurso, Milei cargó contra los legisladores a quienes acusó de "apostar por romper el país", impulsando proyectos que "buscan quebrar el equilibrio fiscal" y aprobar "barbaridades sin financiamiento".

El Presidente también destacó la labor de Guillermo Francos, a quien calificó como "el mejor jefe de Gabinete de la historia". Según dijo, Francos "es el que tiene que lidiar con los orcos del Congreso, esos destituyentes que buscan romper con el programa económico". Además, recordó que fue él quien lo incentivó a lanzarse a la política: "Vio algo y no se equivocó, porque terminé siendo presidente".

El programa económico y la polarización política

Milei defendió su plan económico y aseguró que no surgió de la improvisación: "El programa estaba hecho 10 años atrás. Lo lamentable es que lo que proponíamos entonces eran las mismas soluciones que el país necesitaba una década después".

En otro pasaje, volvió a apuntar contra el kirchnerismo, aunque sin mencionar directamente las denuncias del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo. "Lo que estamos lidiando en un año electoral era absolutamente previsible, porque esto es como el ajedrez: las negras también juegan", expresó.

Con tono confrontativo, agregó: "No les importan los argentinos de bien, porque ellos son los argentinos del mal: los vividores que destrozaron este país".

El rol del sector privado y la mirada hacia las elecciones

Milei reiteró sus críticas al Congreso y marcó diferencias entre el sector público y el privado: "Si el sector privado es la locomotora del progreso, el sector público debe centrarse en eliminar las malezas que entorpecen el camino, aunque el Congreso intente revertirlo".

En el cierre, volvió a mostrarse desafiante frente al escenario electoral: "No me importa el daño que puedan hacer de acá al 7 de septiembre o hasta el 26 de octubre. Si di vuelta el déficit fiscal de 123 años en un mes, ¿piensan que me voy a preocupar por lo que hagan en dos meses? Ja, ja, ja", concluyó entre risas irónicas.