El Gobierno de Javier Milei avanza en la planificación de una cumbre regional de presidentes de derecha que podría realizarse en Buenos Aires durante 2026, con el objetivo de consolidar un nuevo eje conservador en América Latina y fortalecer el alineamiento político y estratégico con los Estados Unidos. La iniciativa, que aún se encuentra en etapa preliminar, apunta a articular una agenda común en materia económica, de seguridad, inteligencia y política exterior.
Según fuentes oficiales, el Ejecutivo argentino busca convocar a referentes y mandatarios afines ideológicamente, entre ellos José Antonio Kast, recientemente electo presidente de Chile; Rodrigo Paz, de Bolivia; Daniel Noboa, de Ecuador; Santiago Peña, de Paraguay; y Nayib Bukele, de El Salvador. La Casa Rosada entiende que este entramado regional puede convertirse en un bloque con peso propio frente a los gobiernos de signo progresista que hoy lideran varios países de la región.
En Balcarce 50 analizan como posible fecha para el encuentro el mes de marzo, en el marco de una nueva edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que estaba prevista para diciembre de este año en la Argentina, pero fue postergada. En ese contexto, un sector del oficialismo trabaja con la idea de cursar una invitación formal al expresidente estadounidense Donald Trump, aunque desde otros despachos oficiales relativizan esa posibilidad y advierten que aún no hay definiciones concretas.
Desde la mesa política del Gobierno reconocen que la organización del evento podría demorarse y trasladarse a otro momento del año, debido a la complejidad logística y a la necesidad de coordinar las agendas presidenciales. Para ello, el rol del Ministerio de Relaciones Exteriores será clave, ya que las invitaciones deberán canalizarse por la vía diplomática formal. "Estamos recién barajando las opciones", admiten en el entorno presidencial.
La estrategia internacional de Milei no es nueva. El propio presidente planteó públicamente su intención de conformar una "liga de naciones conservadoras" durante su discurso en la CPAC realizada en Mar-a-Lago, Florida, entre el 14 y el 16 de noviembre de 2024. Allí, ante dirigentes y referentes de la derecha internacional, propuso la creación de un foro alternativo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo explícito de confrontar con la llamada Agenda 2030.
En ese mensaje, Milei llamó a formar una "alianza de naciones libres", basada no solo en vínculos políticos, sino también comerciales, culturales, diplomáticos y militares. En ese esquema, asignó roles estratégicos a distintos países: Estados Unidos como líder en el hemisferio norte; Argentina como referencia en el sur; Italia en Europa; e Israel como actor clave en Medio Oriente. Además, destacó el papel de la CPAC como una plataforma central para articular ese espacio ideológico a nivel global.
En el plano regional, la Casa Rosada busca avanzar en una agenda de mayor apertura comercial, con especial foco en una eventual flexibilización del Mercosur que permita a los países miembros firmar acuerdos de libre comercio por fuera del bloque. Al mismo tiempo, el Gobierno argentino pretende asumir un liderazgo activo en la oposición a la gestión de Nicolás Maduro en Venezuela y seguir de cerca los procesos electorales previstos para 2026 en Brasil, Colombia y Perú.
En paralelo, la agenda internacional de Milei incluye su participación confirmada en el Foro Económico Mundial de Davos, que se llevará a cabo entre el 19 y el 23 de enero. Desde el Gobierno dejaron trascender que el Presidente busca concretar allí un encuentro informal con Donald Trump, tras las tensiones generadas por la ausencia argentina en el sorteo del Mundial de Fútbol 2026. Además, en marzo viajará a los Estados Unidos para participar de la "Argentina Week" en Nueva York y luego asistirá a la asunción de José Antonio Kast en Chile, un gesto político que refuerza su estrategia de alineamientos regionales.