El gobierno de Javier Milei enfrentó el miércoles pasado una de sus jornadas más adversas en la Cámara de Diputados, donde la oposición aprobó proyectos con alto impacto fiscal en áreas de salud y universidades, avanzó con reclamos de fondos para las provincias y rechazó seis decretos de desregulación estatal.
En filas libertarias atribuyen el traspié a una combinación de negociaciones políticas y la sensibilidad de ciertos temas en pleno año electoral, y aseguran que el escenario no se repetirá cuando se traten los vetos presidenciales.
"En esta época todos quieren votar causas nobles y, cuando sabían que iban a aprobarse, muchos no querían quedarse afuera", ironizaron cerca del titular de Diputados, Martín Menem, apuntado por su doble rol de armador político y presidente de la Cámara.
Uno de los factores que, según el oficialismo, influyó fue la disputa electoral en Córdoba, donde los libertarios compiten contra el gobernador Martín Llaryora y el exmandatario Juan Schiaretti. Los cuatro diputados del peronismo cordobés no solo votaron a favor de los proyectos, sino que garantizaron el quórum.
Sin embargo, no todos en La Libertad Avanza comparten el diagnóstico. Varios legisladores advierten en privado que la confrontación con gobernadores podría hacer perder aliados clave. Lo mismo ocurrió con los diputados de Salta, cercanos a Gustavo Sáenz, y con los peronistas disidentes de Tucumán que responden al gobernador Osvaldo Jaldo: ambos respaldaron el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
El caso tucumano resulta sensible, ya que sus tres diputados —Agustín Fernández, Elía Marina Fernández y Gladys Medina— integraron en 2024 el bloque de "87 héroes" que blindó los vetos de Milei.
Tensión creciente en el Congreso
El diagnóstico sobre lo ocurrido preocupa al oficialismo porque se avecinan semanas de máxima tensión legislativa. En Diputados se debatirá la comisión investigadora del caso $Libra, que también avanza en tribunales de Estados Unidos, y los proyectos de los gobernadores para distribuir automáticamente fondos de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y coparticipar el impuesto a los combustibles líquidos.
En el Senado, el peronismo buscará aprobar con rapidez el financiamiento universitario, la emergencia en pediatría por la crisis del hospital Garrahan y el rechazo a los seis decretos delegados. La Casa Rosada ya anticipó que vetará esas iniciativas por poner en riesgo el equilibrio fiscal. Sobre los decretos que desregulan organismos como el INTI o Vialidad Nacional, el Gobierno considera que no hay marcha atrás porque las estructuras ya fueron modificadas.
La oposición planea antes de fin de mes una posible "mega sesión" para tratar fondos provinciales e insistir con leyes vetadas por Milei, como el aumento jubilatorio, la moratoria previsional y las emergencias en discapacidad y en Bahía Blanca. La estrategia apunta a maximizar el quórum y el costo político para el oficialismo.
Respuesta de Milei
Desde el entorno de Martín Menem aseguran que no recibió reproches de la Casa Rosada, a diferencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, cuestionada tras la última sesión del Senado. "Vamos a poder sostener los vetos. La mayoría de los ausentes son 'héroes' que nos van a acompañar", señalaron.
El viernes por la noche, Milei habló por cadena nacional para explicar por qué vetará todos los proyectos aprobados por la oposición: "Aprobar estos proyectos implica tirar a la basura todo el sacrificio de este año y medio", sostuvo.
El Presidente anunció además el envío al Congreso de una ley para penalizar la aprobación de presupuestos nacionales con déficit fiscal. La iniciativa exigirá equilibrio o superávit, y que toda modificación esté acompañada por recortes equivalentes, con sanciones penales para legisladores y funcionarios que incumplan.
"Cada peso nuevo que quieran gastar tiene que tener un nombre y un apellido, tienen que decir de dónde sale y a quién se le quita", enfatizó, antes de instar a los parlamentarios a "estar a la altura de las circunstancias".