Este mediodía se confirmó que ninguno de los 117 médicos que debieron revalidar su examen de ingreso a residencias logró alcanzar el puntaje mínimo para aprobar la instancia.
La información fue anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, durante su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, en la que también reafirmó el compromiso del Gobierno con la transparencia en los concursos públicos.
Los postulantes fueron convocados a rendir nuevamente luego de que se detectaran incongruencias en los resultados del examen original, lo que derivó en la anulación de las calificaciones y la organización de una nueva evaluación.
Uno de los casos que más atención mediática recibió fue el de un aspirante que, en la primera instancia, había obtenido 90 puntos, pero fue observado por utilizar anteojos con tecnología oculta, presuntamente para copiarse. Pese a las sospechas, se le permitió rendir el nuevo examen, esta vez sin los dispositivos, y obtuvo 63 puntos, por debajo del umbral de aprobación.
"El postulante no puede ser apartado porque no hay una orden judicial que así lo indique. Está dando el examen sin lentes ni cámaras", explicó antes de la evaluación el secretario de Gestión Sanitaria, Alejandro Vilches.
La totalidad de desaprobados reabre el debate sobre la calidad y el control de los procesos de selección en el sistema de residencias médicas, y deja interrogantes sobre la formación de profesionales en un área crítica para el sistema de salud.