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Negociaciones en la Casa Rosada

Por el Presupuesto 2026, Santilli acelera el diálogo con más gobernadores

El ministro del Interior encara la recta final de encuentros con mandatarios provinciales para sumar consensos de cara al Presupuesto 2026. Persisten las tensiones en torno a la "adenda" por obras públicas y crecen las dudas sobre el contenido de la reforma laboral que impulsa Milei. El Gobierno espera cerrar esta semana su primera ronda política.

17 Noviembre de 2025 07.17

El Gobierno nacional transita días de intensa actividad política en su intento por reunir los apoyos necesarios para aprobar el Presupuesto 2026 y sentar las bases de un nuevo paquete de reformas, entre ellas la laboral. En ese marco, el ministro del Interior, Diego Santilli, encabezará esta semana la etapa final de una ronda de reuniones con gobernadores que buscan destrabar acuerdos pendientes y asegurar el acompañamiento parlamentario de las provincias.

La Casa Rosada pretende cerrar antes del viernes los encuentros con los 20 mandatarios que se reunieron con el presidente Javier Milei tras el triunfo legislativo de La Libertad Avanza el pasado 26 de octubre. Sin embargo, el proceso no está exento de dificultades: Santilli debe viajar en vuelos de línea por no disponer de aeronaves oficiales, lo que ralentiza la agenda y exige una coordinación logística compleja.

Este lunes, el funcionario recibirá al gobernador de Chaco, Leandro Zdero, a las 11 en la planta baja de la Casa de Gobierno. Más tarde, a las 12.30, será el turno del mandatario rionegrino Alberto Weretilneck. Está previsto que el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, participe de ambos encuentros, como ocurrió en las reuniones previas llevadas adelante en Balcarce 50.

La prioridad del Ejecutivo es lograr consensos que permitan avanzar con la "ley de leyes". El Presupuesto 2026 es considerado por el oficialismo como un primer hito político de la nueva etapa, pero las provincias mantienen reclamos firmes: exigen mayor disponibilidad de recursos y, sobre todo, la inclusión y cumplimiento de obras públicas comprometidas en acuerdos previos que no llegaron a ejecutarse durante la gestión de Guillermo Francos.

La negociación gira en torno a la denominada "adenda" al proyecto, un anexo que definirá la hoja de ruta de infraestructura solicitada por cada provincia. Su redacción involucra al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y al propio Santilli, quienes trabajan para acercar posiciones con los gobernadores. La clave será encontrar equilibrios que no tensionen los límites fiscales definidos por el Palacio de Hacienda. "Consenso sin perder el equilibrio fiscal" es la consigna que rige la etapa, aunque en el Gobierno admiten que el desafío no será sencillo: algunos gobernadores hasta hace pocas semanas respaldaban los intentos legislativos por desactivar vetos presidenciales.

Además de discutir cuestiones presupuestarias, el oficialismo también recoge planteos que podrían convertirse en iniciativas legislativas. El viernes pasado, durante una disertación en Corrientes, Milei adelantó que enviará al Congreso un proyecto para modificar la Ley de Glaciares. Argumentó que cada provincia debería definir su propia zona periglaciar para avanzar en la explotación de recursos naturales, una propuesta que —según dijo— surge de una sugerencia del gobernador mendocino, Alfredo Cornejo.

Sin embargo, las negociaciones no solo giran en torno al presupuesto. El Gobierno quiere también preparar el terreno para la reforma laboral, cuyo alcance concreto todavía genera inquietud tanto en provincias como en sindicatos. Milei esbozó lineamientos durante una exposición en el Club Libertad de Corrientes, donde señaló que la iniciativa apuntará contra los convenios por actividad defendidos históricamente por la CGT. También podría eliminar los aportes solidarios que financian obras sociales sindicales, un punto que la central obrera rechaza de plano.

Dentro del Ejecutivo sostienen que los cambios deben ser profundos y no "salomónicos". Un funcionario afirmó que la reforma debe ser "reformista para enfrentar una situación donde más de la mitad de los trabajadores está en negro", retomando los argumentos de Milei sobre las diferencias productivas entre regiones como Vaca Muerta y Mendoza. En la Casa Rosada esperan resistencia sindical, pero apuestan a negociar durante el verano.

La hoja de ruta del Gobierno prevé debatir el Presupuesto en diciembre, mientras que la discusión de la reforma laboral quedaría para las sesiones extraordinarias, cuya convocatoria formal recién se publicaría en la última semana de noviembre. Hasta entonces, Santilli continuará su maratón de reuniones con la expectativa de sellar los consensos que por ahora siguen en el aire.