Por unanimidad la oposición sancionó el aumento de las jubilaciones en el Senado
Con quórum propio y apoyo de sectores aliados, la oposición logró avanzar en el Senado con la actualización de haberes previsionales y un bono. La sesión, cuestionada por el oficialismo, expuso fracturas internas y un creciente malestar con la Casa Rosada.

Con 42 senadores presentes cinco por encima del quórum reglamentario la oposición logró sesionar este jueves en el Senado y sancionar proyectos clave en materia previsional que generan incomodidad en el Gobierno de Javier Milei. La sesión, inicialmente resistida por el oficialismo, terminó formalizándose tras un extenso debate reglamentario y con la vicepresidenta Victoria Villarruel en el estrado, aunque luego se retiró del recinto.

El proyecto aprobado establece una actualización del 7,2% para los haberes jubilatorios y un aumento del bono mínimo de $70.000 a $110.000. La votación fue a mano alzada por fallas técnicas y concluyó con 52 votos afirmativos, ninguna oposición y cuatro abstenciones. Los senadores de La Libertad Avanza abandonaron el recinto para no convalidar la sesión, tildada por el Ejecutivo como un "golpe institucional".

Grieta en los aliados de Milei

Además de la bancada de Unión por la Patria, la sesión contó con el respaldo de radicales como Martín Lousteau, Maximiliano Abad y Pablo Blanco, además de Carlos "Camau" Espínola, Mercedes Valenzuela y Eduardo Vischi, todos de Corrientes, distrito donde el armado político de Karina Milei tensó la relación con el gobernador Gustavo Valdés. El gesto fue interpretado como una señal de ruptura.

También participaron senadores aliados como Guadalupe Tagliaferri, Beatriz Ávila, los representantes de Por Santa Cruz, la cordobesa Alejandra Vigo y la rionegrina Mónica Silva. En cambio, los legisladores misioneros alineados con Carlos Rovira y los chubutenses del gobernador Ignacio Torres se abstuvieron.

Un debate atravesado por tensiones

La vicepresidenta Villarruel, tras habilitar la sesión, se retiró y fue reemplazada en la presidencia por el senador Bartolomé Abdala, quien a su vez fue sucedido por Silvia Sapag (UP) luego de que la oposición objetara su intento de abstenerse sin dejar el cargo.

El debate comenzó con cruces sobre el orden de los temas. Los gobernadores exigieron tratar los proyectos que implican un mayor reparto de fondos a las provincias, como la coparticipación de los ATN y la distribución de fondos derivados del Impuesto a los Combustibles. Sin embargo, se acordó comenzar por los proyectos que ya tenían media sanción de Diputados: emergencia en discapacidad, prórroga de la moratoria previsional y la mencionada actualización de haberes y bono.

Algunos sectores, como el bloque liderado por Mariana Juri, sostuvieron que estos dictámenes debían pasar por comisión. Sin embargo, con 42 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones, el Senado convalidó los dictámenes emitidos en reuniones autoconvocadas.

El escenario que se abre

La votación representa un revés político para el oficialismo y deja en evidencia el malestar de varios sectores aliados. En paralelo, los proyectos impulsados por los gobernadores —que aún se debaten— también podrían ser aprobados en la misma sesión.

Todas las iniciativas son pasibles de ser vetadas por el presidente Javier Milei, pero su aprobación en el Senado representa una nueva señal de autonomía política del Congreso y una advertencia frente al centralismo fiscal de la Casa Rosada.