El intendente de Ancasti, Rodolfo Santillán, manifestó su preocupación por el avance del proyecto minero en su departamento tras los reclamos que los vecinos de esa localidad. El proyecto intervendría alrededor de 70 mil hectáreas en la localidad de Anquincila.

El jefe comunal detalló que la futura explotación minera en cuestión genera preocupación y ha recogido distintos cuestionamientos, fundamentalmente a partir del impacto que podría ocasionar sobre los recursos hídricos.

"Hay mucha preocupación de los vecinos. El gran problema que tenemos en Ancasti es el agua", afirmó Santillán en contacto con la prensa, y graficó: "Hoy si las lluvias no llegan pronto el dique de Ipizca está muy por debajo del nivel, los ríos están prácticamente secos, y el ganado está en un estado deplorable".

"Es lamentable si esto llegara a suceder por el tema del agua que no tenemos", advirtió el intendente de Ancasti.

En ese sentido, confirmó que ya se avanzó con la colocación de letreros en distintos puntos de la localidad, donde se llevarían a cabo la fase inicial del proyecto, es decir, las actividades de exploración.

Por otro parte, señaló que el gobernador, Raúl Jalil, le transmitió que la "minería es un hecho", y que en las próximas horas le informarán sobre los avances de la iniciativa.

Finalmente, Santillán fue tajante al remarcar que se respetará la voluntad de la población en torno al tema, y advirtió que si no existe licencia social "no habrá minería".

"Para que entren las empresas tienen que tener una licencia social y esa licencia social la da el pueblo de Ancasti. Yo soy muy respetuoso de lo que manda el pueblo, si el pueblo dice que no hay licencia social, entonces, no habrá minería. Vamos a acompañar lo que dice la gente", sentenció.