El empresario Ariel García Furfaro, titular de los laboratorios HLB Pharma y Ramallo S.A., fue procesado por la justicia federal junto a otros directivos en la causa que investiga la muerte de 124 pacientes tras recibir fentanilo adulterado. Además, el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, ordenó el embargo de sus bienes por un billón de pesos.
García Furfaro fue considerado coautor penalmente responsable del delito de adulteración de sustancias medicinales que provocó la muerte de al menos 20 personas, en concurso con el mismo delito cometido de un modo peligroso para la salud. La figura penal prevé condenas de entre 10 y 25 años de prisión.
La investigación también alcanzó a su madre, Nilda, quien había obtenido prisión domiciliaria, pero ahora enfrenta prisión preventiva y un embargo por 500 mil millones de pesos. Su hermano, Diego García Furfaro, recibió el mismo procesamiento y medida cautelar.
El caso se sustenta en el artículo 201 bis del Código Penal, que establece penas de hasta 25 años de cárcel cuando la adulteración de sustancias alimenticias o medicinales causa muertes.
García Furfaro ya contaba con antecedentes: en 2002 fue condenado a siete años de prisión por tentativa de homicidio contra un empleado de su restaurante. Tras cumplir esa pena, se volcó al sector farmacéutico, donde consolidó varias firmas, entre ellas HLB Pharma Group, Apolo, Alpharma S.A. y Droguería ABC 1 S.A.
Nuevas causas y contrabando
Paralelamente, el empresario enfrenta otro procesamiento por contrabando agravado, al declarar ante la Aduana la importación de maquinaria desde China por US$5 millones, cuando en realidad el valor era de US$500 mil.
Los laboratorios implicados permanecen bajo estricta vigilancia judicial, mientras se analizan responsabilidades y posibles ampliaciones de las penas. Por la magnitud de la causa y el número de víctimas, se trata de uno de los procesos más graves que involucran a la industria farmacéutica argentina.
Informe del Malbrán: fallas críticas en la producción
Un informe del Instituto Malbrán resultó clave para acelerar la detención de García Furfaro. El estudio sobre los lotes de Fentanilo HLB 31202 y 31244 reveló "riesgos significativos que comprometían la calidad y seguridad del producto" y detectó graves deficiencias en la cadena de producción.
Los especialistas alertaron sobre procesos "poco robustos e inconsistentes", con fallas progresivas en el sellado de ampollas y prácticas irregulares como el "pooling" de muestras en los ensayos de esterilidad, lo que invalida la trazabilidad y puede encubrir lotes contaminados.
El Malbrán también identificó la presencia de bacterias altamente peligrosas: Ralstonia mannitolilytica, capaz de provocar sepsis graves en pacientes inmunocomprometidos, y Klebsiella pneumoniae MBL NDM-5, un bacilo multirresistente a los antibióticos más potentes, mortal en pacientes críticos.
Las muestras tomadas a los pacientes infectados coincidieron genómicamente con las detectadas en las ampollas incautadas, confirmando la relación entre los lotes adulterados y los fallecimientos.