Unidad de madrugada: el PJ evitó la ruptura tras un cierre de listas tensionado
Tras intensas negociaciones entre los sectores de Kicillof, Massa y Máximo Kirchner, el peronismo logró cerrar sus listas bajo el sello Fuerza Patria. El acuerdo se concretó cerca de la 1 de la mañana, luego de amenazas de ruptura y conflictos en al menos 21 distritos.

En una de las definiciones más conflictivas de los últimos años, el peronismo bonaerense logró evitar la fractura y cerró las listas para las elecciones del 7 de septiembre bajo el frente Fuerza Patria. El acuerdo se alcanzó pasada la medianoche del sábado, luego de intensas negociaciones entre los sectores que responden al gobernador Axel Kicillof, a Máximo Kirchner y a Sergio Massa.

La tensión escaló al punto de que hubo amenazas de ruptura, vetos cruzados y amagos de "boleta corta" por parte de intendentes. Según referentes partidarios, se registraron conflictos en al menos 21 distritos y, durante varias horas, la posibilidad de una ruptura fue real.

La falta de una conducción única dejó al descubierto las fracturas internas. El proceso de cierre casi colapsa cuando se rompió uno de los pactos centrales: que ningún sector vetaría los nombres propuestos por otro. Esa condición se quebró en las discusiones finales.

El viernes por la noche el clima ya era tenso, y el sábado por la mañana se celebró una reunión para intentar contener el conflicto. Sergio Massa se comunicó con Cristina Kirchner para acercar nombres, mientras que desde el Frente Renovador aseguran que Kicillof hizo lo propio.

Sin embargo, con el correr del sábado las posiciones se endurecieron. A pocas horas del vencimiento del plazo para la presentación de candidatos a senadores y diputados provinciales, concejales y consejeros escolares, los intendentes alineados con Kicillof —nucleados en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF)— recibieron la orden de armar listas propias, sin La Cámpora ni el massismo. Una jugada fuerte para marcar territorio.

"Fue el peor cierre de listas de los últimos años, por lejos", dijo un dirigente de la Primera Sección Electoral, donde se concentran buena parte de los votos bonaerenses.

Para esa sección, se mencionaban como posibles cabezas de lista al intendente de Pilar, Federico Achával —cercano a Cristina y Kicillof— y al ministro Gabriel Katopodis, también alineado con el gobernador. En la Tercera Sección, la disputa giraba en torno a la posibilidad de que encabece la vicegobernadora Verónica Magario o el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, en lugar de la postulada por La Cámpora, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.

Desde el sector de Kicillof acusaron a La Cámpora de vetar a Magario, Cascallares y Katopodis. Desde el kirchnerismo, en cambio, aseguraron que la falta de acuerdo fue interna al propio sector del gobernador, entre candidaturas "testimoniales" y reales.

Frente al avance de los vetos, el MDF y el massismo afirmaron haber cedido lugares para preservar la unidad, pero consideraron que se había cruzado un límite. "Axel se plantó", sintetizó un intendente de la Primera. La tensión llevó a que se gestaran listas del MDF en numerosos distritos. Incluso dirigentes que ya habían cerrado listas municipales debieron viajar a La Plata a colaborar con el armado en otras secciones.

Más allá de los choques por la Primera y la Tercera —que concentran el 71% del padrón provincial—, también hubo conflictos puntuales. En Morón, el exintendente Martín Sabbatella se enfrentó con su sucesor, Lucas Ghi, cercano a Kicillof. Sabbatella buscó competir como primer concejal, lo que generó rispideces que casi derivan en una boleta corta por parte de Ghi.

Uno de los que se anticipó al caos fue el veterano jefe comunal de Berazategui, Juan José Mussi, quien el viernes presentó su lista municipal y, en paralelo, inscribió su propia boleta corta "Elijo Berazategui", en previsión de una eventual ruptura.

Finalmente, y pese a las heridas internas que dejó el proceso, cerca de la 1 de la mañana del domingo se alcanzó un acuerdo general sin confirmación oficial de nombres, evitando así el quiebre del espacio.