La vicepresidenta Victoria Villarruel, actualmente a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Javier Milei, firmó el miércoles pasado una resolución para desligarse de la controversia por la suba de las dietas en el Senado. El aumento, impulsado por la última paritaria del personal legislativo, llevará los haberes de los senadores a más de $9,5 millones brutos mensuales.
El decreto presidencial 344/25, firmado el 4 de junio, reconoce el impacto del acuerdo paritario —un 1,3% retroactivo para marzo, abril y mayo— sobre los sueldos del Congreso. En su artículo 3, invita a los senadores a "optar por adecuar o no, total o parcialmente, sus respectivas dietas", informando su decisión por escrito a la Presidencia del cuerpo.
De esta manera, Villarruel toma distancia de una polémica que se arrastra desde abril de 2024, cuando oficialismo y oposición aprobaron en secreto un nuevo esquema salarial: 2.500 módulos por dieta básica, más 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo. Con el valor actualizado del módulo legislativo a aproximadamente $2376,04, la suma total supera los $9,5 millones.
En ese esquema, solo cuatro senadores no perciben el adicional por desarraigo, y además se agregó una dieta más al año —en total 13— como "compensación" por el aguinaldo. La única senadora que se mantuvo al margen fue Alicia Kirchner, quien optó por continuar cobrando su jubilación.
Durante el segundo semestre de 2024, los legisladores decidieron congelar sus dietas hasta fin de año. Luego, Villarruel extendió la medida hasta marzo de 2025. En esa oportunidad, dejó en claro que sería la última vez que intervendría: "La próxima decisión será del pleno en sesión", afirmó.
El conflicto escaló el 17 de mayo, cuando el bloque kirchnerista anunció que no acompañará más decisiones relacionadas al tema. "Nos hartaron. Que hagan lo que quieran", expresó un legislador del interbloque del formoseño José Mayans. Otro dirigente cercano a Cristina Kirchner redobló la apuesta: "Si los libertarios y dialoguistas están tan consternados, que se pongan de acuerdo y resuelvan con Villarruel. Nosotros ya no nos metemos".
La nueva resolución abre ahora una incógnita: ¿habrá senadores que renuncien por escrito al incremento o prefieran mantener la dieta ajustada al nuevo valor del módulo? Algunos ya lo han rechazado en el pasado o anunciaron donaciones. Esta vez, deberán formalizar su decisión y asumirla públicamente.