El 24 de marzo es una fecha clave en la memoria histórica de Argentina. En este nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, generó controversia con sus declaraciones sobre lo que denominó "memoria ideologizada" y su pedido de cerrar "heridas abiertas".
Victoria Villarruel y la "Teoría de los dos demonios"
Villarruel, abogada y conocida por su postura revisionista sobre la historia reciente del país, reivindicó la "Teoría de los dos demonios". En su mensaje, aseguró que el golpe militar de 1976 fue precedido por acciones de organizaciones armadas como Montoneros y el ERP, y acusó a estos grupos de haber impulsado la violencia política en el país.
"Hoy recordamos una fecha que marca una época trágica para todos los argentinos: la interrupción del orden constitucional fogoneada por organizaciones armadas", expresó en su cuenta de X. Estas declaraciones están en línea con el mensaje oficial del Gobierno de Javier Milei, que intenta dar una lectura distinta a la narrativa histórica sobre los hechos ocurridos durante la dictadura militar.
Defensa del accionar de las fuerzas armadas
Uno de los puntos más polémicos de su discurso fue su defensa del accionar de las fuerzas armadas en la década de los 70. La vicepresidenta justificó la actuación militar al afirmar que "la decisión de una presidente constitucional y de sus fuerzas armadas impidió la concreción de una masacre prometida por el terrorismo marxista".
Esta declaración reaviva el debate sobre la responsabilidad del Estado en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, así como la narrativa que pretende equiparar las acciones de grupos insurgentes con un plan sistemático de desaparición forzada, torturas y asesinatos que fue condenado por organismos internacionales de derechos humanos.
Críticas a la "memoria parcial" y el rol de las víctimas
Villarruel también cuestionó la mirada "sesgada" sobre los crímenes de Estado y aseguró que en los últimos 50 años "se ha convertido a los uniformados en los únicos responsables y a quienes integraron las organizaciones armadas en víctimas".
En su discurso, aseguró que "las víctimas del terrorismo siguen esperando que el Estado las incluya y repare" y afirmó que los militares procesados y condenados han sido sometidos a juicios con "una visión sesgada de la realidad de los hechos".
Repercusiones y rechazo de organismos de derechos humanos
Las declaraciones de la vicepresidenta fueron duramente criticadas por organismos de derechos humanos, dirigentes políticos y figuras del ámbito académico. Para muchas organizaciones, estas expresiones buscan instalar un discurso revisionista que minimiza el terrorismo de Estado y legitima la represión ilegal.
Amnistía Internacional y Abuelas de Plaza de Mayo condenaron sus palabras y reafirmaron la importancia de mantener viva la memoria para que no se repitan las violaciones a los derechos humanos.
Las palabras de Villarruel reflejan la posición del Gobierno de Javier Milei en torno a la memoria histórica y los derechos humanos. A 49 años del golpe de Estado, Argentina sigue debatiendo cómo recordar su pasado.
Si bien la vicepresidenta insistió en "cerrar heridas", sus declaraciones parecen haber generado el efecto contrario, reavivando una discusión que divide a la sociedad y que, lejos de resolverse, sigue marcando la agenda pública del país.