Dos temporales con diferencia de pocos días sacudieron a la comunidad de Telaritos, cuyos habitantes aún sobrellevan el duelo del menor fallecido durante el primer episodio de noviembre. A pesar de esto y del último golpe de la naturaleza en la previa de la Nochebuena, la asistencia y reparación a las grandes necesidades, estaría marcando ausente. Así lo denuncian los propios vecinos, quienes acusan que de momento el grueso de las colaboraciones las realizaron particulares.
Los últimos fuertes vientos del 23 de diciembre provocaron que las viviendas aún sin asistencia, vieran incrementadas las roturas de sus techos, y a esto se sumó la voladura de la cisterna, lo que vino a afectar el servicio de agua. Como prueba de la ausencia del Estado provincial, a la fecha varias familias permanecen evacuadas en el Jardín de infantes local y esto se mantiene desde el primer fenómeno que se registró el 2 diciembre.
Es por eso que los vecinos reclaman una respuesta urgente y la presencia de las autoridades para brindar la ayuda. Así lo indicó el propio delegado municipal, Jonathan Sánchez, quien en diálogo con Radio Valle Viejo reririó que son 14 las familias que aún esperan por asistencia del IPV. El funcionario aseguró que se necesita mucha ayuda para poder realmente indicar que la localidad está siendo reparada tras los temporales.
"De la comuna recibimos ayuda y de la Provincia nos dieron cuchetas, algo de materiales, bolsones y agua mineral", preciso. Esto no sería suficiente, dado que lo que falta son los materiales y la mano de obra para poder reparar todo el daño. Vale indicar que hasta el momento la Iglesia, el SUM y la escuela sigue sin ser reparados en sus graves edilicios.
Más drama
Una de las situaciones más dramátcas tiene como protagonista a una mujer de 80 años, quien se encuentra viviendo en condiciones sumamente precarias, con mínimo de cuidados y sobreviviendo con la ayuda de los propios vecinos.
Tanto ella, como otras familias esperan ayuda constante y no solamente los bolsonos entregados entregados al principio. A esto se suma que la posta sanitaria aun requiere reparaciones urgentes y como si fuera poco, los camiones cisterna no cumplen con los horarios de entrega de agua potable.
En tanto, las necesidades no son solo materiales sino psicológicas. Así lo señala personal de salud que ha dicho presente, quienes reportan angustia generalizada, especialmente en niños y personas mayores, con casos de estrés postraumático. Los vecinos exigen la presencia del gobernador y soluciones concretas