Un nuevo estudio internacional vincula su consumo diario con un aumento significativo del riesgo de enfermedades graves. Tan solo 100 gramos más por día de estos productos se asocian con mayor incidencia de hipertensión, trastornos digestivos, enfermedades cardiovasculares, cáncer e incluso mayor mortalidad por cualquier causa.
El informe fue presentado por el Colegio Americano de Cardiología (ACC) en la 36.ª Reunión Científica Anual del ACC Asia 2025, organizada en conjunto con la Sociedad Cardíaca de Singapur, entre el 9 y el 11 de mayo.
La revisión sistemática incluyó más de 8,2 millones de adultos en América, Europa, Asia y Oceanía, y reunió datos de 41 estudios de cohorte prospectivos. El análisis reveló que por cada incremento diario de 100 gramos en el consumo de ultraprocesados se incrementa:
Un 14,5% el riesgo de hipertensión,
Un 19,5% los trastornos digestivos,
Un 5,9% las enfermedades cardiovasculares,
Un 1,2% el cáncer,
Y un 2,6% la mortalidad general.
Además, el estudio asoció este tipo de alimentación con sobrepeso, obesidad, diabetes, trastornos metabólicos, depresión y ansiedad.
¿Qué son los ultraprocesados?
Los alimentos ultraprocesados son productos industriales compuestos por múltiples etapas de procesamiento. Se caracterizan por su alto contenido de azúcar, sal, grasas trans y aditivos artificiales, con escasa o nula densidad nutricional y gran aporte calórico.
Entre ellos figuran productos de consumo masivo como galletitas, snacks, cereales refinados, patatas fritas, postres azucarados, comidas precocinadas, bebidas azucaradas y panes industriales. Su presencia creciente en la dieta cotidiana ha despertado serias preocupaciones entre los especialistas en salud pública.
Durante la presentación del informe, el Dr. Xiao Liu, cardiólogo del Hospital Sun Yat-sen en Cantón (China) y uno de los autores principales del estudio, advirtió: "Estos alimentos tienen una mezcla de ingredientes que perjudican la salud desde múltiples frentes: alteran la microbiota intestinal, fomentan la obesidad, elevan el estrés oxidativo y desregulan el colesterol y la insulina".
El daño es acumulativo
El riesgo asociado al consumo de ultraprocesados se manifiesta en una relación dosis-respuesta: a mayor ingesta, mayor impacto negativo en la salud. Los investigadores destacan que incluso una reducción moderada en su consumo puede generar beneficios medibles.
"El peligro no radica en una ingesta ocasional, sino en la acumulación sostenida", indicaron desde el ACC. El problema se agrava por la facilidad de acceso, la baja percepción de riesgo y la fuerte presencia en dietas globalizadas.
Recomendaciones de los expertos
Ante los resultados del estudio, el Colegio Americano de Cardiología recomendó una acción inmediata por parte de gobiernos, sistemas sanitarios y la población:
Mejorar el etiquetado nutricional para advertir claramente sobre los ingredientes y aditivos,
Promover campañas de concientización sobre los riesgos del consumo excesivo,
Incentivar cambios en los hábitos alimentarios hacia una dieta más natural y balanceada.
"El simple hecho de reducir el consumo de ultraprocesados puede representar un cambio profundo y positivo en la salud pública global", concluyeron los expertos.