Más allá de las evaluaciones y balances sobre lo que dejó en materia de turismo el último fin de semana extralargo del año, en las últimas horas surgió la polémica sobre lo sucedido en Fiambalá con los controles de Gendarmería Nacional. Al respecto se refirió el ministro de Cultura, Turismo y Deportes, quien se mostró a favor de los mismos, marcando que en este sector "hay una elevada informalidad".
Tengamos presente que la presencia del organismo nacional fue sobre la Ruta Nacional N° 60, camino a los Seismiles y el mismo apuntó específicamente a vehículos de prestadores de servicios turísticos. Consultado, Roberto Brunello explicó que el objetivo de la medida fue el de detener el paso de aquellos vehículos que no contaban con la habilitación ni los seguros pertinentes, lo que a su juicio implica competencia desleal y riesgo para los turistas. En declaraciones a Radio Valle Viejo, el funcionario adelantó que se va a trabajar en la normalización de este tipo de servicios, luego de aseverar que hay una "elevada informalidad" en este rubro.
"Hay que ver qué turismo queremos, si uno ordenado o uno desordenado. Un turismo para que el visitante vuelva con todas las expectativas sobre lo que contrata o un turismo desordenado, donde cada uno haga lo que quiere o lo que pueda y que termina brindando un servicio que no brinde la seguridad ni la garantía suficientes", sentenció el ministro al reafirmar su postura sobre lo sucedido. De esta manera el ministro sostuvo que los prestadores turísticos deben apuntar a “habilitarse, sacando los seguros correspondientes porque lo que se debe tener, es para poder cumplir con lo que está estipulado”, acotó haciendo referencia a la Ley 5266.
En este contexto, se debe tener presente que la cartera turística ya había coordinado con Gendarmería en el Distrito Tinogasta y con el fiscal de esa circunscripción judicial Luis Barros Rissatti, para que estos intensificaran los controles de los servicios turístico en todo el oeste de la provincia, particularmente con las personas que llegan al lugar para realizar ascensos de montaña.
El operativo
Lo sucedido este fin de semana, el de mayor movimiento y el último de estas características en el caledario de este año, generó malestar entre los prestadores turísticos, quienes se vieron impedidos a transportar con sus vehículos a los visitantes hasta los Seismiles. En el momento del operativo, durante el que se requirió documentación con la autorización para ese tipo de servicios, se vivieron momentos de tensión cuando los transportistas exigían continuar con el ascenso.}
En específico lo que solicitaba Gendarmería, por orden de la justicia, era el cumplimiento de las normas legales que ya se habían comunicado con anticipación, entre ellas contar cada vehículo de traslado con un baqueano de la zona, más otras reglamentaciones exigidas por organismos de provincia. Al no ponerse de acuerdo, los gendarmes habrían sido fuertemente increpados.
Mientras, vehículos particulares, entre ellos autos, camionetas, colectivos con contingentes de hasta sesenta personas, más camionetas contratadas por particulares, permanecieron por horas demorados, tanto que la fila de vehículos detenidos por momentos llegó a no menos de 3 kilómetros.
