La comunidad católica de Catamarca vivirá este domingo una jornada de especial, en el marco de la celebración de los 40 años de sacerdocio de Monseñor José Antonio Díaz, actual obispo de Concepción (Tucumán), y el padre Julio Alejandro Murúa, vicario general de la Diócesis de Catamarca. La misa central de acción de gracias tendrá lugar el 14 de diciembre a las 11.00, en el Santuario de la Virgen del Valle y Catedral Basílica, y se espera la concurrencia de fieles, laicos, comunidades parroquiales y representantes de distintas áreas pastorales.
Ambos sacerdotes comparten una historia vocacional que marcó profundamente la vida de la Iglesia local. El 14 de diciembre de 1985, en una ceremonia celebrada también en la Catedral Basílica, recibieron la ordenación sacerdotal de manos del entonces obispo de Catamarca, monseñor Pedro Alfonso Torres Farías. Aquella jornada, que muchos recuerdan con emoción, significó el inicio de un camino de entrega pastoral en parroquias, comunidades del interior, espacios de formación y diferentes servicios eclesiales.
Hoy, cuatro décadas después, la diócesis vuelve a reunir a la comunidad para agradecer por los frutos de ese compromiso sostenido a lo largo de los años. En el caso de monseñor José Antonio Díaz, su ministerio trascendió las fronteras diocesanas, siendo nombrado obispo de Concepción, en la vecina provincia de Tucumán, donde continúa desarrollando una labor pastoral reconocida por su cercanía, su capacidad de diálogo y su compromiso con las comunidades más vulnerables.
Por su parte, el padre Julio Murúa se consolidó como una figura clave dentro de la Diócesis de Catamarca. Actualmente ejerce como vicario general, tarea que implica acompañar directamente al obispo diocesano, coordinar áreas pastorales y sostener el trabajo cotidiano de parroquias, capillas y movimientos.
La misa de este domingo será presidida por autoridades eclesiásticas de la diócesis y contará con la participación de sacerdotes, religiosas, servidores pastorales y fieles que desean acompañar este aniversario. Durante la celebración se elevarán oraciones por ambos sacerdotes, agradeciendo su entrega y pidiendo por la continuidad fecunda de sus misiones. Asimismo, se realizará una especial invocación a la Virgen del Valle, cuya presencia ha sido guía y sostén en la vida ministerial de ambos homenajeados.
La comunidad católica está invitada a participar no solo presencialmente, sino también a través de la oración, acompañando y agradeciendo por estas cuatro décadas de servicio sacerdotal. Desde la diócesis remarcaron la importancia de valorar la vocación y sostener a los sacerdotes en su misión cotidiana, especialmente en tiempos desafiantes para la vida pastoral.