Incorporarlas a la alimentación diaria —ya sea en ensaladas, con yogur o simplemente como snack— es una de las formas más simples y efectivas de sumar nutrientes esenciales a la dieta. Las nueces no solo son prácticas y sabrosas: también se destacan por su impacto positivo en múltiples funciones del organismo. Aquí, cinco razones respaldadas por la ciencia para consumirlas a diario.
1. Protegen la salud cardiovascular
Las nueces son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (el "malo") y a disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. Su consumo regular está asociado con una mejor función endotelial y una menor incidencia de infartos.
2. Estimulan la salud cerebral
Diversos estudios relacionan el consumo de nueces con un mejor desempeño cognitivo. Su contenido de vitamina E, polifenoles y antioxidantes protege las células cerebrales del estrés oxidativo, lo que podría retrasar el deterioro cognitivo propio del envejecimiento.
3. Ayudan a controlar el peso
Aunque calóricas, las nueces generan una sensación de saciedad que puede contribuir a reducir el consumo de otros alimentos. Además, algunos estudios sugieren que su alto contenido en grasas saludables podría tener un efecto positivo en la regulación del metabolismo.
4. Refuerzan el sistema inmunológico
Son ricas en minerales clave como zinc, magnesio y selenio, fundamentales para el funcionamiento adecuado de las defensas del organismo. Estos nutrientes ayudan a prevenir infecciones y a mantener el equilibrio del sistema inmunitario.
5. Mejoran la salud digestiva
Gracias a su alto contenido en fibra, las nueces favorecen la salud intestinal y promueven un microbioma equilibrado. Esto repercute en una mejor digestión y en un sistema inmune más fuerte.
Los nutricionistas recomiendan consumir un puñado diario (alrededor de 30 gramos) para aprovechar todos sus beneficios sin excesos calóricos. Se sugiere optar por nueces naturales, sin sal ni azúcares agregados, para evitar efectos contraproducentes.