El llamativo suceso le ocurrió a una joven catamarqueña cuando intentó preparar el desayuno con las reconocidas galletas "Sonrisas". Según relató la damnificada al Diario La Unión, en un primer momento pensó que se trataba de una o dos galletas "defectuosas de fábrica". La sorpresa llegó después, cuando revisó el resto del paquete y se percató de que la totalidad de las galletas, que prometían estar rellenas de jalea, estaban vacías. 

El hecho le sucedió a una vecina de Valle Viejo quien, para nada sonriente, declaró haber comprado el producto en un comercio de la zona. Además, manifestó que procederá a denunciar lo sucedido ante Defensa del Consumidor y enviará una nota a la empresa responsable, la cual es una de las líderes en el mercado de galletas de Argentina.