Día del Abrazo: por qué se celebra cada 21 de enero
Se cumplen 100 años del fallecimiento de Lenin. Mirá los eventos, nacimientos y defunciones que han ocurrido un día como hoy a lo largo de la historia.

Se celebra el Día Internacional del abrazo para visibilizar el deseo de manifestar el afecto a los seres queridos, amigos o familiares. La celebración fue creada en los años 80, en Estados Unidos por Kevin Zaborney, un psicólogo por la Universidad de Michigan y con maestría por la Universidad de Boston.

Zaborney consideraba que la gente estaba muy estresada en general y que, si se abrazaran con mayor frecuencia, les ayudaría a mejorar su salud física, emocional y espiritual.

En 1986, el psicólogo consiguió que la empresa Chase, encargada de distribuir calendarios anuales, incluyera el Día Nacional del Abrazo. Años más tarde, la fecha cruzó fronteras.

Los beneficios del abrazo

  • Seguridad. Las personas somos frágiles por naturaleza, sobre todo cuando somos bebés. Una buena dosis de abrazos nos ayuda a sentirnos seguros y confiados.
  • Más tranquilidad, menos estrés. Cada vez que damos o recibimos un abrazo nuestro cerebro segrega dos sustancias: la dopamina y la serotonina. Ambas reducen el estrés y juntas proporcionan calma, tranquilidad y sosiego.
  • Amor. Un ser humano necesita 14 abrazos diarios para sentirse plenamente querido. Las personas que no muestran afecto sufren de algo que en psicología se conoce como hambre de piel y no es más que la necesidad de contacto humano.
  • Funcionales. Los abrazos ayudan a las personas a centrarse y mantenerse felices y funcionales cada día.
  • Menos timidez. Permite a las personas tímidas entrar en confianza, ser más abiertos, espontáneos y seguros de sí mismos.
  • Presión arterial. Las personas que no tienen mucho contacto físico poseen una frecuencia cardiaca y una presión arterial mucho más alta que las personas que reciben abrazos de manera frecuente.