Diciembre histórico en Catamarca: las lluvias triplicaron el promedio mensual
El magíster Uriel Flores confirmó que el último mes del año cerró con 176 milímetros de precipitaciones, muy por encima del promedio habitual. El acumulado anual ya supera la media histórica, mientras se prevé una ola de calor para cerrar el año y comenzar el 2026.

El mes de diciembre cerrará con un registro histórico de precipitaciones en Catamarca, marcando un punto de inflexión en el balance hídrico anual de la provincia. Así lo confirmó el magíster Uriel Flores, quien detalló que durante este mes se acumularon 176 milímetros de lluvia, una cifra que supera ampliamente el promedio habitual de 75 milímetros para este período.

De acuerdo con el especialista, este volumen de precipitaciones permitió equilibrar una situación que venía siendo deficitaria en los meses anteriores. "Esto equilibró la cuestión de lo que se venía dando", explicó Flores, al referirse al comportamiento irregular de las lluvias durante el año. En ese sentido, recordó que al comienzo del mes el acumulado anual se ubicaba en 292 milímetros, mientras que tras las intensas precipitaciones de diciembre el registro trepó a 476 milímetros, acercándose de manera significativa a los valores considerados normales.

"Ahora estamos un poquito más de la mitad, porque estamos en 476 milímetros, llegando casi a lo marcado y por eso es una muy buena cosecha de milímetros de precipitaciones", señaló el catedrático en diálogo con Radio Valle Viejo, al destacar el impacto positivo que tuvieron las lluvias de diciembre en el balance anual.

Con estos valores, diciembre no solo se consolida como un mes clave desde el punto de vista climático, sino que además permite que Catamarca supere su promedio anual de precipitaciones, un dato relevante tanto para la planificación hídrica como para las actividades productivas, en especial el sector agropecuario en vista de la declarada crisis hídrica y la acuciante relidad de los dos principales diques de la provincia.

Para dimensionar la magnitud del registro alcanzado, Flores comparó los valores actuales con los del año anterior. Según precisó, en diciembre del año pasado las lluvias apenas oscilaron entre 40 y 60 milímetros, muy por debajo de lo registrado este año. "Pasamos a 476 milímetros, superando el promedio", subrayó, al confirmar que se trata de una cifra récord en términos recientes.

Qué se espera para el verano

En relación con las perspectivas climáticas para los próximos meses, el profesional adelantó que los pronósticos de mediano y largo plazo son alentadores en materia de lluvias. "El pronóstico tendrá promedios de precipitaciones que pueden estar de normal a superior de lo normal", afirmó, lo que sugiere un verano con condiciones hídricas favorables, aunque también con la posibilidad de eventos intensos.

Sin embargo, Flores advirtió que el cierre del año y el inicio del nuevo estarán marcados por un cambio brusco en las condiciones del tiempo. En cuanto al corto plazo, anticipó la llegada de una ola de calor que afectará a la provincia durante los próximos días.

"Tendremos una máxima de 37 grados por dos o tres días. Vamos a estar en presencia de una ola de calor", explicó. Según detalló, tras la inestabilidad registrada durante el fin de semana, el año concluirá con temperaturas elevadas, una tendencia que se mantendría en los primeros días del nuevo año.

"Vamos a pasar de la inestabilidad del fin de semana a terminar el año con temperaturas altas e iniciarlo de la misma manera", sostuvo el especialista, quien recomendó prestar especial atención tanto a las temperaturas máximas como a las mínimas.

Flores remarcó que, si los valores máximos superan el umbral de los 37 grados durante dos o tres días consecutivos, se confirmará oficialmente la presencia de una ola de calor. "Ya estaríamos terminando el año con registros importantes", advirtió.

El escenario que se perfila combina, así, un cierre de año con lluvias históricas y un comienzo del verano marcado por temperaturas extremas, un combo que obliga a extremar cuidados, tanto en el uso del agua como en la prevención de los efectos del calor sobre la salud.