El dengue se vuelve una amenaza constante en la primavera: la advertencia
Con la llegada de los primeros días cálidos, las autoridades sanitarias alertan sobre el aumento de casos de dengue. El mosquito transmisor, el Aedes aegypti, se adaptó a los cambios climáticos, transformando la enfermedad en un desafío de salud pública que ya no se limita al verano y requiere una prevención sostenida y comunitaria.

Con los primeros días cálidos de la primavera, crece la preocupación por el dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos que se expande cada vez más como consecuencia del cambio climático.

El mosquito Aedes aegypti se adaptó a nuevos ambientes y amplió su período de actividad, dejando de ser una amenaza exclusiva de los meses de verano. Hoy, el virus es un problema de salud pública en todo el continente, incluso en regiones que antes no presentaban riesgo.

Según datos recientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2024 se registraron más de 12,6 millones de casos de dengue en América Latina, lo que representa casi el triple que en 2023. De ese total, más de 21.000 fueron casos graves y 7.700 personas murieron. Brasil, Argentina, Colombia y México concentran la mayoría de los contagios, con Brasil a la cabeza.

"El Aedes aegypti necesita muy poco para reproducirse: apenas unas gotas de agua estancada y algo de calor. El cambio climático le da cada vez más margen para proliferar y mantenerse activo durante todo el año. Por eso, no podemos bajar la guardia", alertó el Dr. Rodolfo Luján, médico infectólogo.

El dengue es una enfermedad viral que puede afectar a la misma persona varias veces, ya que existen cuatro serotipos del virus. Se transmite exclusivamente a través de la picadura del mosquito infectado, que se cría en recipientes con agua estancada, como tanques, macetas, bebederos de mascotas o canaletas tapadas.

El aumento de las temperaturas, las lluvias intensas y los períodos prolongados de calor crean el escenario perfecto para que el mosquito se expanda, transformando al dengue en un desafío sanitario permanente.

La prevención es clave. Eliminar posibles criaderos, usar repelente y ropa adecuada son acciones simples pero fundamentales. El Dr. Luján enfatizó en la importancia de la responsabilidad compartida: "No se trata solo de una cuestión individual. Cada criadero que se elimina es una barrera más contra el dengue en la comunidad. Por eso, la prevención debe ser una responsabilidad compartida entre ciudadanos, autoridades sanitarias e instituciones. Solo así podremos hacer frente a una enfermedad que, en un contexto de crisis climática, llegó para quedarse".