El costillar es uno de los cortes más emblemáticos de la parrilla argentina, y lograr que quede tierno, jugoso y lleno de sabor no depende tanto de los condimentos sino de la técnica de cocción. A continuación, te contamos ciertos pasos clave que los gauchos aplican desde hace años para que su carne sea la estrella de cualquier asado.

Ni sal ni pimentón: el truco para lograr un costillar perfecto a la parrilla 

1. Cocción lenta y uniforme

La clave está en mantener un fuego bajo y constante. Esto permite que el costillar se cocine de manera uniforme sin resecarse.

• Cómo funciona: las brasas suaves calientan la carne desde abajo, mientras la grasa se derrite lentamente e impregna las fibras.
• Beneficio: asegura una carne tierna y jugosa con un sabor auténtico.

2. No dar vuelta el costillar

Durante la cocción, es importante mantener el costillar en la misma posición. Esto ayuda a conservar los jugos y a que la carne se cocine con el calor indirecto.

• Cómo funciona: la grasa de la parte superior actúa como un protector natural, al evitar que la carne se reseque.
• Beneficio: el resultado es un costillar cocido de manera pareja, con una textura deliciosa.

3. Sal al final para potenciar el sabor

La sal debe añadirse media hora antes de poner a la parrilla o una vez que la esté lista para servir. Este paso evita que la pieza pierda jugos durante la cocción y potencia su sabor natural.

4. El tiempo como aliado

Un costillar perfecto requiere paciencia. Según el tamaño, la cocción puede tomar entre tres y cuatro horas. Este tiempo permite que la carne alcance su punto óptimo sin apuros.

5. ¿Por qué evitar la sal durante la cocción?

Agregar sal al principio puede extraer los jugos naturales de la carne, al hacer que se reseque.