El Monumento a Fray Mamerto Esquiú continúa en estado de abandono y sin señales de mejoras. Lejos de recuperar su valor turístico y cultural, el lugar se ha transformado en un basural, con graves signos de deterioro que afectan tanto a vecinos como a visitantes.
En enero de este año, La Unión había expuesto las condiciones del espacio ubicado en el departamento Esquiú, donde se erige el monumento al fraile beatificado en 2021. Desde entonces, poco ha cambiado: las falencias persisten y en algunos aspectos la situación ha empeorado.
Durante una recorrida realizada esta semana —en coincidencia con el cuarto aniversario de la beatificación del religioso— se pudo constatar que las luminarias siguen sin ser repuestas y los cables permanecen cortados o vandalizados. Los escalones que conducen al monumento continúan en mal estado, representando un peligro para quienes se animan a la subida.
El deterioro de las gradas es cada vez más notorio y, sin medidas de resguardo, el pronóstico no es alentador de cara al 2026, cuando se cumplan los 200 años del natalicio de Esquiú.
A ello se suma la presencia constante de basura y nuevas pintadas, un reflejo de la falta de control y de mantenimiento. Ninguna de estas marcas ha sido borrada, lo que refuerza la sensación de desinterés por parte de las autoridades.
El panorama preocupa aún más por la relevancia del lugar, que se encuentra a pocos metros de la Casa Natal de Esquiú y de la Iglesia de San José, dos de los principales puntos de concurrencia turística y religiosa del departamento.
En resumen, el monumento que debería honrar la memoria del beato se presenta hoy como un espacio descuidado, que proyecta una imagen negativa en plena ruta del turismo cultural y religioso de Catamarca.