Mientras Leonardo Cositorto continúa prófugo de la Justicia argentina y montó una nueva empresa en Colombia, un “arrepentido” de Generación Zoe contó detalles sobre cómo funcionaba la organización y afirmó ser líder de una red de personas estafadas.

“Me puse la camiseta de Generación Zoe. Fui a las conferencias donde te enseñaban cómo vender y llegué a ser patrocinador. Quiero ser justo y que él (Cositorto) sea justo también”, comenzó Nahuel Bazán.

“Arrepentido” de la Generación Zoe: “Armé una red con familiares y amigos que hoy están desesperados”

El hombre, de 33 años, afirmó haber armado “una red con mayoría de familiares y amigos que hoy están desesperados”, debido a que -según dijo- Generación Zoe dejó de cumplir sus compromisos y cerró sus operaciones en la Argentina.

“Hoy me pongo la camiseta de mi familia. Lo único que quise fue que tuvieran un mejor futuro y armé una red con un montón de sueños, pero cada uno de esos sueños se transformó en un problema”, señaló Bazán.

El expatrocinador de Generación Zoe dijo que intentó comunicarse con Cositorto ante los incumplimientos en los pagos acordados, y que hizo lo propio con líderes de la organización, pero nunca recibió respuestas.

“Estoy tratando de deducir qué va a pasar (con Generación Zoe). Mi patrocinador lo mismo y los líderes lo mismo. Por eso sé que ni ellos ni yo merecemos un maltrato ante tanta incertidumbre y nervios”, comentó el denunciante a través de una carta.

“Las oficinas en la Argentina cerraron y nadie responde”

Bazán brindó detalles sobre su función, describió cómo operaba la compañía y cómo se desencadenaron los incumplimientos que derivaron en las denuncias de estafa contra Cositorto.

“Hasta fines de año pasado estaba todo en regla, pero a partir de enero comenzaron a demorar los pagos”, precisó el “arrepentido”.

“Los pagos se dividían en dos: del 5 al 10 se cobraba el fideicomiso. Uno realizaba la compra de una membresía educativa y recibía 7.5% menos el 3% de descuentos”, detalló. Y continuó: “Después estaban los robots sintéticos, que se cobraban del 15 al 20 según terminaciones de DNI. Esos robots te daban un 20% de ganancia mensual”.

Ese ciclo, según cuenta Bazán, se interrumpió a principios desde año. “En Generación Zoe tomaron decisiones arbitrarias. Por ejemplo, hubo gente que invirtió 5000 dólares y le cambiaron las reglas de juego. Tenían una promesa de pago al 20%, y le empezaron a pagar al 4.5%”, remarcó.

El hombre, de 33 años, precisó que él manejaba una red “y daba oportunidades a que cada persona abra una propia. Entonces se empezó a ramificar todo y se metió mucha gente”.

“Las oficinas en la Argentina cerraron. Yo iba a la de Lomas de Zamora, donde había 40 traders y líderes que se encargaban de otras gestiones. Ya no funciona más”, apuntó.

En Colombia, y desde la clandestinidad, Cositorto confirmó la apertura de una nueva plataforma, Sunrise Coach, y prometió pagarles a todos los que formaron parte de Generación Zoe.

“Se están pasando la pelota desde Argentina a Colombia. Ponen números de línea para hacer los reclamos. Imposible comunicarse. No sé si quieren ganar tiempo. No sé a qué quieren llegar”, aseguró Bazán.

“Tengo un montón de casos comprobables”

“Él después sale diciendo que todo es un invento de gente que lo quiere ensuciar, pero yo tengo un montón de casos verídicos y comprobables”, mencionó el “arrepentido”.

Según Bazán, “mi papá está a punto de perder una sociedad y puede tener problemas con la Justicia por invertir en Generación Zoe; mi tía Betty depositó los ahorros de su vida. El suegro de un amigo también, y es un hombre que está esperando un trasplante de riñón”.

Y siguió: “Tengo un amigo que invirtió su plata en la compañía. Tiene cinco hijos y está sin trabajo. También tengo varias personas que pidieron préstamos y hoy están endeudadas”.

“Yo mismo perdí la paz y estoy preocupando a mi familia. El 12 de marzo fui papá y no puedo dedicarme con tranquilidad a mi hijo por este tema”, concluyó.