Un canino hizo su aparición en el santuario de Nuestra Señora de Belencito, ubicada en el departamento de Boyacá, en Bogotá, Colombia, y su accionar se volvió viral.

A través de Twitter, un usuario compartió un gracioso clip que rápidamente llegó a más de 30 mil likes y casi siete mil retuits. En el video quedó captado como un perrito, que parece llamarse Firulais, se acerca lentamente al altar, en donde el padre está ofreciendo la misa.

Segundos después mientras intenta pasar desapercibido, el can inspecciona la pequeña mesa en la que se encuentran las ofrendas del pan y del vino que serán bendecidos. Como si nadie lo estuviera viendo, el perrito huele el pan y se levanta sobre sus dos patas traseras, se apoya en el pequeño comedor y agarra con su hocico el “alimento sagrado”.

Momentos después de realizar la travesura, el can sale caminando de la parroquia como si nada hubiera ocurrido y sin que ningún miembro del clérigo se diera cuenta de su fechoría.

Las imágenes generaron una repercusión en Twitter y generó un gran debate entre los usuarios presentes. La mayoría de ellos, se conmovieron y la actitud del perro les resultó graciosa y entretenida, por lo que avalaron su proceder.

Pero otros, se inclinaron por las tradiciones religiosas y la importancia de las ofrendas y criticaron la acción de la iglesia donde nadie salió a detener al animal.

Con la viralización del contenido, muchos usuarios en redes sociales opinaron acerca del actuar del animal. Aunque algunos piensan que este actuó mal ya que robó en plena eucaristía, otros afirman que “el pan es para los que tienen hambre”, razón por la cual este tenía derecho a llevárselo. Además, otros internautas piden ver la siguiente parte del video, en la que el padre se da cuenta de los sucedido.

“Pero si le estaban diciendo que le presentaban el vino y el pan… que agradezcan que no se llevo el vino”, comentó un usuario y otro bromeó: “El pan nuestro de cada día. Tan bonito el gordo”. Muchos se mostraron enternecidos por la actitud del can y otra internauta sumó: “Se imaginan donde lo agarren. A eso se le llama sudar el pan diario para llevar a casa”.

Por su parte, otra usuaria de Twitter prestó atención a las acciones del sacerdote y de los presentes que estaban detrás de la canasta dando la ceremonia y concluyó: “Jajaja y ninguno en el altar se enteró... que cómico. ¡Firulais dijo: ahora o nunca!”.