Familias de estudiantes de La Fray le piden a Arellano que intervenga en el conflicto
Padres y madres de alumnos de la Escuela Preuniversitaria expresaron su rechazo a los controles sobre el largo de las polleras de los uniformes. Además de denunciar actitudes humillantes hacia las adolescentes, reclaman que las autoridades prioricen el aprendizaje y la convivencia escolar.

Un grupo de familias de estudiantes de la Escuela Preuniversitaria "Fray Mamerto Esquiú" insisten en obtener una resolución en la creciente polémica  suscitada en torno al largo de la pollera del uniforme y lo que habría hecho respecto a esto la directora del establecimiento escolar. Para lograr tener una resolución, este miércoles presentaron una nota al Rector de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), Oscar Arellano, en la que expresan su preocupación por los hechos ocurridos.

Ante esta situación, mientras la polémica va en aumento y se debate en las redes sociales, ya se solicitó también la intervención del Ministerio de Educación. No obstante, y en procura de tener respuestas, en el escrito, los padres y madres remarcan que "algunos hechos desprestigian nuestras instituciones y nos alejan del eje fundamental del rol de la escuela: la educación integral, democrática, participativa, empática y moderna".

Asimismo, cuestionaron que mientras las escuelas preuniversitarias enfrentan días y horas de clases insuficientes para cumplir con los programas mínimos, el debate gire en torno a cuestiones disciplinarias como el uniforme. "¿Es éste el debate adecuado al momento? ¿La altura del ruedo de una pollera?", se preguntaron.

Las familias enfatizaron que los estudiantes reclaman "normas escolares ajustadas a un enfoque pedagógico respetuoso, inclusivo y actualizado", que promuevan una formación integral. Y pidieron a las autoridades un mensaje claro sobre las prioridades de la educación actual, en un clima de convivencia que, aseguran, "se está tornando irrespirable".

En su carta, los padres advirtieron que no se debe volver a "épocas que hemos decidido dejar atrás", y consideraron que la cinta métrica no puede ser el camino en tiempos de violencia social. También destacaron que en muchos países las mejores instituciones educativas adoptan códigos de vestimenta más flexibles e inclusivos, donde lo central es que los jóvenes se concentren en aprender.

Finalmente, subrayaron que su postura busca ser un aporte constructivo, con la mirada puesta en los valores educativos y en el respeto por los derechos de todos los actores escolares.