El fin de semana largo comprendido entre el 6 y el 8 de diciembre marcó un hito económico y turístico para San Fernando del Valle de Catamarca. En el marco de la tradicional festividad en honor a la Virgen del Valle, la ciudad experimentó un movimiento inusualmente intenso que se reflejó tanto en la circulación de personas como en el dinamismo del comercio, la gastronomía, el sector hotelero y los espacios culturales. El saldo fue contundente: un impacto económico que superó los 12 mil millones de pesos, consolidando a la Capital como uno de los destinos más relevantes del NOA en esta época del año.
De acuerdo con datos del Observatorio de Turismo Municipal, el gasto promedio diario de los visitantes que se alojaron en establecimientos habilitados alcanzó los $129.000. Al cruzar esta cifra con el volumen total de turistas registrados, se estimó un impacto económico directo de $880 millones durante las tres jornadas. Este movimiento benefició a una amplia red de actividades vinculadas al turismo, que incluyó desde hoteles y restaurantes hasta el transporte, ferias locales, comercios de diseño, artesanos y diversos prestadores de servicios.
Sin embargo, el dato más significativo del relevamiento estuvo vinculado al movimiento extraordinario de peregrinos, un fenómeno masivo que cada año transforma a la Capital y que resulta más complejo de medir con precisión. Aun así, el informe incorporó una estimación específica para este grupo, calculando un impacto económico superior a los $12.000 millones, a partir de un gasto diario promedio de $40.000 por persona. Desde el organismo aclararon que se trata de una cifra conservadora, ya que el volumen y las características del flujo religioso dificultan un análisis exhaustivo del consumo real.
En términos de afluencia, arribaron a la ciudad 305.765 visitantes, lo que representa un incremento del 123% respecto al mismo fin de semana largo de 2024, cuando se habían registrado unos 137.000 arribos. Este crecimiento tuvo un impacto directo en el sector hotelero: la ocupación alcanzó el 84,3%, superando en más de 12 puntos porcentuales el registro del año anterior. El relevamiento incluyó a 33 establecimientos, de los cuales 23 aportaron datos efectivos.
Si bien la estadía promedio fue de 1,9 noches, levemente inferior a las dos noches registradas en 2024, la magnitud del movimiento permitió compensar esa diferencia y alcanzar cifras globales de alto impacto para la economía local.
Un destino que dejó buena impresión
Más allá de los indicadores económicos, las encuestas realizadas a los visitantes reflejaron una valoración muy positiva de la experiencia. La hospitalidad fue uno de los aspectos más destacados, con una calificación promedio de 4,45 sobre 5. También obtuvieron puntajes elevados la información turística disponible (4,37), la oferta cultural y de entretenimiento (4,27) y la estadía general en la ciudad (4,33). La gastronomía, el alojamiento y la relación precio-calidad cerraron el fin de semana con evaluaciones superiores a los 4 puntos, ratificando una percepción favorable del destino.
El perfil del visitante tuvo una marcada impronta regional. El 79,3% correspondió a turistas nacionales, con una fuerte presencia de personas provenientes de Santiago del Estero (41,3%) y Tucumán (39,1%). La Rioja, Salta y Córdoba completaron el mapa de procedencias, cada una con un 4,3%.
El modo de llegada reflejó claramente el carácter religioso del evento: el 62,1% arribó caminando o en bicicleta, el 25,9% en automóvil particular y el resto en moto, ómnibus de línea o contingentes organizados. Además, el 98,3% de los encuestados indicó que su viaje estuvo directamente vinculado a la festividad de la Virgen del Valle.
Entre los atractivos municipales, el Museo de la Virgen del Valle se destacó como uno de los espacios más visitados, con 855 ingresos registrados durante el fin de semana.
Los datos confirman una tendencia que la Capital viene consolidando en los últimos años: el turismo, combinado con la identidad religiosa y cultural, no solo genera consumo coyuntural, sino que se afirma como un motor económico sostenido, capaz de dinamizar el entramado comercial y cultural de San Fernando del Valle de Catamarca y posicionarla como un destino clave de la región.
