Gran parte de la provincia está bajo alerta meteorológica amarilla por tormentas
El SMN advierte sobre fenómenos severos con ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora y posible caída de granizo en once departamentos.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta amarilla por tormentas que afectarán a una extensa zona de la provincia de Catamarca durante la noche de hoy y la madrugada de mañana miércoles.

La advertencia rige específicamente para los departamentos de Ambato, Ancasti, Capayán, Capital, El Alto, Fray Mamerto Esquiú, La Paz, Paclín, Santa Rosa, Valle Viejo y la zona serrana de Pomán.

Según el organismo, el área será impactada por tormentas aisladas, algunas de las cuales podrían volverse localmente fuertes o severas. Estos fenómenos estarán caracterizados por abundante precipitación en cortos períodos de tiempo, intensa actividad eléctrica, con la probabilidad de ocasional caída de granizo y fuertes ráfagas de viento que se estima que podrían alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.

Se espera que los valores de precipitación acumulada se ubiquen entre los 30 y 50 milímetros, con la posibilidad de que esta cifra sea superada de forma puntual en algunas localidades.

Tras las lluvias, Catamarca sigue en alerta: los diques mostraron leves mejoras


Las precipitaciones registradas durante el último fin de semana en distintos puntos de Catamarca despertaron expectativas frente a la profunda crisis hídrica que atraviesa la provincia. Con niveles históricamente bajos en el Dique Las Pirquitas, ubicado en Fray Mamerto Esquiú, y en El Jumeal, en la Capital, la atención se centró en saber si las lluvias ofrecerían un alivio significativo para los embalses. Sin embargo, según informó Javier Castro, director provincial de Riego del Ministerio de Agua, Energía y Medio Ambiente, aunque hubo un leve incremento en algunos sectores, el panorama general continúa siendo crítico.

Castro confirmó que las restricciones en el sistema de riego siguen vigentes y que los principales diques continúan bajo monitoreo constante. En el caso particular de Las Pirquitas, el funcionario señaló que se registró un pequeño aumento en el nivel del embalse, aunque insuficiente para modificar el estado de alerta. "Tuvimos un incremento, pero es mínimo", precisó.

Uno de los principales obstáculos, explicó, fue que las lluvias no se concentraron en las zonas montañosas de las cuencas, donde se originan los aportes más significativos para los diques. Esto derivó en precipitaciones acompañadas de granizo y escurrimientos rápidos, sin capacidad real de infiltración y sin efectos sostenidos sobre el caudal. "Hubo mucha mezcla de agua y granizo. Por lo tanto, el aporte no nos sirvió para estabilizar lo que es hoy el agua de riego y agua potable. Lo que entra al dique es prácticamente lo mismo que está saliendo", detalló Castro en diálogo con Radio Valle Viejo.

A pesar de la precariedad del escenario, el director provincial de Riego destacó que las lluvias contribuyeron, al menos, a frenar la brusca caída en los niveles. En ese sentido, informó que Las Pirquitas se encuentra actualmente a 22,54 metros por debajo del nivel de vertedero, con la cota estabilizada gracias a maniobras realizadas en la válvula del embalse.

No obstante, el funcionario fue contundente al subrayar que la situación sigue siendo extremadamente delicada: "Lo que cayó ayuda, pero no soluciona la crisis. No alcanza para alimentar las diferentes cuencas de la provincia". Por ese motivo, insistió en la necesidad de reforzar los mensajes de concientización dirigidos a la población, recordando que aunque las lluvias puedan percibirse intensas en algunas zonas, eso no implica un aporte efectivo para los diques. "Si no llueve en la cuenca, vamos a seguir teniendo el mismo problema", remarcó.

El panorama en el interior provincial tampoco ofrece mejores señales. El titular de Riego detalló que la alerta hídrica se mantiene en los diques de Ipizca, en el departamento Ancasti; Coyagasta, en El Alto; Motegasta y Bolsón, ambos en La Paz. En todos estos casos, la falta de lluvias en las áreas de aporte sigue comprometiendo la disponibilidad de agua.

Las únicas excepciones se registran en los diques de Sumampa y La Cañada, donde la erogación continúa dentro de parámetros normales. Aun así, la situación general obliga a sostener las medidas de restricción en el riego y a mantener el monitoreo permanente de los embalses.

Castro reiteró que la emergencia no ha concluido y que el pequeño alivio generado por las lluvias no modifica la gravedad del escenario. "En Las Pirquitas no se movió la aguja, pero al menos logramos estabilizar la bajante", precisó. Pese a ello, advirtió que sin precipitaciones significativas en las cuencas serranas, la crisis seguirá profundizándose.