Durante once días consecutivos, la localidad de El Bolsón enfrentó una de las peores crisis ambientales de los últimos tiempos. Un voraz incendio forestal arrasó hectáreas de vegetación y puso en riesgo a cientos de familias. A pesar de los esfuerzos incesantes de más de 400 brigadistas, el fuego continuaba expandiéndose, alimentado por condiciones meteorológicas adversas y vientos cambiantes.
El domingo marcó uno de los momentos más críticos, cuando el viento intensificó el avance de las llamas hacia la comunidad de Loma del Medio y otros parajes cercanos. Ante el inminente peligro, el Comité de Emergencias (COEM) ordenó la evacuación de varias zonas, aunque algunos vecinos decidieron quedarse para intentar frenar el fuego con sus propios medios.
Cuando la desesperanza se apoderaba de la comunidad, la naturaleza trajo un inesperado alivio. Durante la noche del domingo, pasadas las 00:00, una intensa llovizna cayó sobre la región, generando una ola de emoción entre los habitantes de El Bolsón. Videos compartidos en redes sociales captaron la reacción conmovedora de los vecinos, quienes salieron a la calle a celebrar el tan esperado fenómeno. Bocinas, gritos de alegría y expresiones de gratitud marcaron la madrugada.
Las probabilidades de lluvia eran bajas, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que había pronosticado solo algunas precipitaciones aisladas. Sin embargo, la llegada del agua trajo un alivio momentáneo y contribuyó a las tareas de enfriamiento en las zonas afectadas.
El impacto de los incendios y el trabajo incansable de los brigadistas
El fuego, que azotó la región por casi dos semanas, afectó extensas áreas de bosque y amenazó viviendas y comunidades enteras. Los brigadistas desplegados en la zona realizaron labores de contención, enfriamiento y vigilancia para evitar la reactivación de los focos.
A pesar de la lluvia, la alerta por fuertes vientos se mantiene activa hasta la tarde del lunes, lo que podría dificultar las tareas de extinción. El COEM y los equipos de emergencia continúan monitoreando la situación y evaluando los próximos pasos para garantizar la seguridad de la población.
El caso de El Bolsón es un recordatorio de la vulnerabilidad de muchas regiones ante incendios forestales. La solidaridad de los vecinos y el trabajo incansable de los brigadistas fueron clave para enfrentar la emergencia. Sin embargo, es fundamental reforzar las medidas de prevención y concienciación para evitar que situaciones como esta se repitan.
A medida que el clima sigue cambiando y los incendios forestales se vuelven más frecuentes, es crucial contar con planes de emergencia, recursos adecuados y una comunidad preparada para actuar. La lluvia trajo un respiro a El Bolsón, pero la lucha contra el fuego y por la protección del medioambiente debe continuar.