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Fiestas marianas

Los trabajadores de la Salud pusieron su labor diaria a los pies de la Madre del Valle

“Que el Buen Dios les recompense con muchas bendiciones todo lo que hacen, según sus distintos oficios, en bien de los enfermos”, pidió el Obispo.

01 Diciembre de 2021 13.32

En la noche del martes 30 de noviembre, segundo día de las fiestas en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle, rindió su homenaje el ámbito de la Salud estatal y privado: sanatorios, hospitales, Maternidad, Círculo Médico, Colegio de Profesionales en Psicomotricidad de Catamarca, Farmacéuticos, Odontólogos, Kinesiólogos, Anestesistas, Psicólogos, Bioquímicos, SAME, ECA, EMICA y COE de la Provincia, OSEP, geriátricos, Pastoral de la Salud, Pastoral de las Adicciones, ONG Corazón con Agujeritos y Soles. 

La Santa Misa fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien durante la celebración bautizó a la pequeña Guillermina, en el día en que la Iglesia celebra al apóstol San Andrés.

Participaron autoridades de Salud provincial, encabezadas por la ministra, Dra. Claudia Paladino, y municipal, entre ellas la Subsecretaria, Dra. Ana Fernanda Lagoria.

En el inicio de su homilía, el Pastor Diocesano les dio la bienvenida a los alumbrantes y rogó “que el Buen Dios les recompense con muchas bendiciones todo lo que hacen, según sus distintos oficios, en bien de los enfermos”.

Luego contextualizó que “hoy la Iglesia vuelve su mirada sobre uno de los apóstoles, San Andrés, hermano de San Pedro. Por eso he querido bautizar a una niña, a Guillermina, para poder hacer una catequesis acerca de la fe que recibimos de manos de la Iglesia”. 

“La temática que hemos meditado a lo largo de esta jornada nos ha motivado a hacer de la Iglesia una comunidad creyente y esperanzadora”, señaló, por lo cual rogó “que San Andrés interceda para que de verdad lo seamos”.

Al referirse a la Palabra de Dios proclamada dijo que “los textos que acabamos de escuchar nos dan mucha luz. El Evangelio de San Mateo nos dice que San Andrés es uno de los cuatro primeros discípulos que Jesús llamó para que lo sigan. Sin embargo, llama la atención que Jesús, desde el inicio de su misión, comienza a llamar discípulos para que lo sigan. No fueron los discípulos, que al ver el estilo de vida de Jesús quedaron impresionados y quisieron seguirlo por iniciativa propia. Jesús llama a los que él quiere, es él quien toma la iniciativa”.

“Nosotros también hemos sido llamados por nuestro nombre para seguir al Maestro con total disponibilidad y dedicación. Es lo que está sucediendo hoy con Guillermina por medio del bautismo y ha sucedido con sus padres, abuelos, etc.”, manifestó, resaltando que “la llamada que Jesús nos hace no es un hecho del pasado, que debemos recordar con nostalgia, sino una realidad viva y fiel que se renueva en cada momento de nuestra vida”.

En otro tramo de la predicación reflexionó que “cuando profesamos la fe recitando el Credo decimos: 'Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica', porque creemos en la fe que nos han predicado los apóstoles? Por tanto, hoy es un día muy adecuado para bautizar a un niño ya que recordamos a un apóstol. Nosotros creemos lo que creyeron los apóstoles. Ellos han sido iluminados por el Espíritu Santo para enseñar con verdad y sin error todo lo que debemos saber y practicar para alcanzar la unión con Dios ahora y en la eternidad”. 

Más adelante afirmó que “la apostolicidad es una nota fundamental de la identidad de la Iglesia de la que debemos ser miembros vivos y comprometidos. Al experimentar la gracia de ser llamados por Jesús de forma nueva, nos tiene que llevar también a responder de forma nueva, es decir dejar las redes al instante y seguirlo por donde él nos quiere llevar, que es por donde nos llevan los apóstoles”. 

Y especificó que “las redes que debemos dejar son aquellos apegos que nos impiden vivir la radicalidad de nuestra vocación cristiana, las cosas perecederas de este mundo, intereses, ambiciones, el poder, el placer desordenado, actitudes superficiales, egoístas, hedonistas y materialistas que nos van alejando del gozo de una llamada que nos abre las perspectivas de una vida más cristiana, apostólica y plena”.

“Ojalá que la fiesta del apóstol San Andrés, en medio del inicio de la preparación para la Navidad y de la novena en honor de la Virgen, nos anime a todos a revalorar la dicha de haber sido llamados de forma personal por el Señor, y nos atrevamos a dejarlo todo para volver a centrar toda nuestra existencia en Cristo, dejando de postergar las decisiones que debemos tomar para que el seguimiento de Jesús moldee toda nuestra vida, y seamos portadores y testigos de un mensaje significativo e iluminador para el mundo de hoy”. 

Finalmente, dirigiéndose a la Madre del Valle pidió “que seamos una Iglesia misionera, samaritana, misericordiosa y siempre en salida al encuentro de los más necesitados y desposeídos de nuestras sociedades? Que no nos cansemos, Madre Amada, de socorrer al prójimo en sus necesidades, que no crucemos los brazos con lamentos estériles. Madre, antes morir que cansarnos de hacer el bien a todos”.

Seguidamente procedió a administrar el sacramento del Bautismo a Guillermina, quien fue recibida con mucha alegría por toda la asamblea reunida en torno a la Sagrada Eucaristía.

Al concluir la celebración eucarística, el Obispo se trasladó hasta el Paseo de la Fe donde bendijo los móviles usados para las emergencias y la atención de los enfermos, y a quienes tienen la misión de conducirlos.