Mala calidad del agua en F.M.E: médica exige respuestas a Aguas de Catamarca
Conocida pediatra y neonatóloga del departamento expresó su preocupación por el estado del agua potable. Denuncia que desde hace más de dos meses el suministro presenta olor a algas y sabor desagradable, y advierte un incremento de cuadros gastrointestinales entre los vecinos.

La calidad del agua que abastece a los hogares de Fray Mamerto Esquiú, volvió a generar preocupación entre los vecinos. Esta vez, la advertencia proviene de una profesional de la salud. La doctora Tania Piedrasanta, pediatra y neonatóloga vecina del departamento quien difundió un reclamo en redes sociales, el que se está volviendo viral y, por consiguiente, está suscitando el apoyo de la comunidad. El posteo está dirigido a Aguas de Catamarca, y en el mismo cuestiona la potabilidad del agua domiciliaria que llega a las viviendas desde hace más de dos meses.

El planteo viene a sumarse a la larga lista de vecinos, mayormente de Valle Viejo y de la cuna del Beato Esquiú que desde hace semanas denuncian la mala calidad del líquido elemento y las consecuencias de esto. Al respecto la profesional médica ahora sentenció: "El agua presenta un olor nauseabundo a algas podridas, un sabor desagradable y una apariencia que, aunque parezca clara, no cumple con las características básicas de potabilidad". Luego recordó que desde la educación básica se enseña que el agua apta para el consumo humano debe ser incolora, inodora e insípida, una premisa que se refuerza en la formación médica y sanitaria.

Sin embargo, según afirmó, la empresa Aguas de Catamarca sostiene que el servicio es seguro y cumple con los parámetros de potabilidad, una posición que la médica rechaza. "Como médica y como ciudadana, no puedo avalar esa afirmación", expresó, al tiempo que advirtió sobre un aumento de casos de gastroenteritis y cuadros digestivos en su práctica diaria. "Esto refuerza la sospecha de que la calidad del agua podría estar comprometiendo la salud de la comunidad", señaló.

La profesional explicó que el problema no se limita a una cuestión de percepción sensorial. "Si el agua tiene olor o sabor, no es apta para el consumo humano", enfatizó, en línea con los principios establecidos por las normas de salud pública.

Mientras tanto, los vecinos del departamento se ven obligados a comprar agua mineral para el consumo diario, una situación que, según Piedrasanta, "no debería ser una necesidad sino una elección". La compra de bidones o botellas de agua se transformó, para muchas familias, en una carga económica adicional frente a la incertidumbre sobre la calidad del servicio domiciliario.

Ante este panorama, la médica exigió a Aguas de Catamarca que brinde una explicación técnica clara y transparente, que realice controles públicos de calidad del agua y que garantice un suministro seguro y saludable para todos los vecinos. "El agua no debería tener olor ni sabor. El agua es un derecho, no un privilegio", concluyó.

El reclamo de Piedrasanta se suma a las críticas que apuntan a la falta de información oficial sobre los análisis de potabilidad y a la ausencia de respuestas concretas por parte de la SAPEM y este nuevo reclamo reabre el debate sobre la transparencia en el control del agua potable y la responsabilidad del Estado y las empresas concesionarias frente a un recurso esencial para la salud.