En la mañana de este lunes, en el marco de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, se celebró la Misa Solemne en el atrio del Santuario Catedral, presidida por el obispo diocesano de Catamarca, monseñor Luis Urbanč. La celebración fue concelebrada por sacerdotes del clero catamarqueño provenientes de los decanatos Capital, Centro, Este y Oeste, entre ellos el vicario general, padre Julio Murúa, además de presbíteros visitantes que se sumaron a la festividad mariana.
La ceremonia reunió a una multitud de fieles y peregrinos que colmaron el Paseo de la Fe, en una de las celebraciones religiosas más significativas del calendario litúrgico local. En este contexto, se destacó la presencia de los Paracaidistas Militares del Ejército Argentino, quienes arribaron en peregrinación desde la provincia de Córdoba para honrar a la Virgen del Valle, Patrona de los Paracaidistas. Los efectivos recorrieron 440 kilómetros en apenas 38 horas, sin detenerse, en una demostración de devoción, disciplina y sacrificio que fue especialmente reconocida durante la celebración.
Durante la Misa se elevaron oraciones por distintas intenciones, entre ellas, la pronta liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, secuestrado en Venezuela, y la recuperación del paracaidista Federico García del Hoyo, quien sufrió un accidente. Asimismo, se pidió por todos los peregrinos que llegaron desde distintos puntos del país para rendir homenaje a la Virgen Morena del Valle.
En su homilía, monseñor Urbanč dio la bienvenida a los presentes y los invitó a vivir la celebración como un momento central de fe. "Sean todos bienvenidos a esta sentida y central celebración eucarística. Reciban de Dios, Padre Providente, todas las gracias que necesitan para poder seguir peregrinando con fe, esperanza y amor hacia su paternal, misericordioso y definitivo abrazo en la Eternidad", expresó.
El obispo contextualizó la celebración en el marco del Año Jubilar que concluirá el próximo 28 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, y explicó que, durante la novena, la Iglesia puso su mirada en el ícono bíblico de "Jesucristo Peregrino". Según señaló, esta figura permite aprender a peregrinar como Él y preparar los corazones para el próximo Año Jubilar, que se desarrollará desde el 10 de enero del año entrante hasta el 11 de mayo de 2027, en torno a la figura del beato Mamerto Esquiú, obispo y referente del espíritu peregrino franciscano.
"La imagen de Jesucristo como Peregrino nos ofrece una perspectiva dinámica y encarnada de la fe", afirmó Urbanč, al subrayar que la misión de Cristo no fue estática, sino un constante caminar junto a la humanidad para guiarla hacia Dios Padre. En ese sentido, recordó que el peregrinaje de Jesús comienza con la Encarnación, cuando decide acercarse al hombre, asumiendo la fragilidad y el dinamismo propio de la vida humana.
El prelado destacó además que Cristo, como peregrino, se identifica con todos los que están en tránsito: migrantes, exiliados y quienes buscan un hogar o una verdad. "La vida no es un destino fijo, sino un viaje de fe y crecimiento hacia una meta bien definida: el Corazón de su Padre Dios en comunión con el Espíritu Santo", sostuvo.
Urbanč remarcó que Jesús no sólo fue peregrino, sino que invitó a sus discípulos a seguirlo por ese mismo camino, dejando atrás seguridades y comodidades. En otro tramo de su reflexión agradeció especialmente a los catamarqueños que recibieron y acompañaron a los peregrinos, gesto que fue reconocido con un prolongado aplauso.
Finalmente, el obispo afirmó que la vida cristiana es una peregrinación permanente hacia Dios y exhortó a no aferrarse a lo material, sino a mantener la mirada en los valores eternos. La homilía concluyó con una profunda oración a la Virgen del Valle, pidiendo fortaleza, humildad y esperanza para recorrer el camino de la fe.
Durante la presentación de las ofrendas, los Paracaidistas Militares acercaron, junto al pan y el vino, las intenciones transportadas durante la peregrinación. Estas fueron entregadas a monseñor Urbanč por el general Aldo Salas y el general Pablo Francisco Depalo, autoridades militares de la Brigada Aerotransportada del Ejército Argentino. Tras la bendición final, la comunidad reunida se consagró a la Virgen del Valle, renovando su devoción y compromiso de fe.