Navidad: cuál será el primer país en celebrar el 25 de diciembre de 2025 y cuál el último
Mientras algunas islas del Pacífico reciben la Navidad antes que nadie, otros territorios deben esperar casi un día entero para sumarse a la celebración. Un recorrido por los husos horarios que explica por qué la festividad no comienza al mismo tiempo en todo el planeta.

La llegada de la Navidad es uno de los acontecimientos más esperados y celebrados a nivel global. Cada 25 de diciembre, millones de personas se reúnen para compartir cenas, rituales religiosos y tradiciones familiares. Sin embargo, pese a tratarse de una festividad universal, su inicio no se produce de manera simultánea en todos los países del mundo. La razón de esta particularidad está vinculada a los husos horarios y a la ubicación geográfica de cada territorio.

En 2025, como ocurre desde hace varios años, el primer lugar del planeta en recibir la Navidad será la Isla de Navidad o Kiritimati, perteneciente a la República de Kiribati, en el océano Pacífico. Allí, el 25 de diciembre comenzará antes que en cualquier otro punto del globo, debido a que se encuentra en el huso horario UTC+14, el más adelantado del mundo. En el extremo opuesto, un conjunto de pequeñas islas bajo jurisdicción de Estados Unidos será el último en celebrar la festividad, casi un día después.

Para comprender este fenómeno es necesario entender qué son los husos horarios y cómo funcionan. La Tierra está dividida en 24 zonas horarias, cada una de las cuales representa aproximadamente una hora de diferencia respecto del meridiano de Greenwich, referencia internacional del tiempo. Este sistema se basa en el período de rotación del planeta sobre su eje, que dura 24 horas.

La hora solar —determinada por la posición del Sol en el cielo y su punto más alto al mediodía— no siempre coincide con la hora oficial que rige en cada país. En muchos casos, las naciones adoptan husos horarios por razones administrativas, económicas o políticas, lo que puede generar diferencias entre la hora natural y la legal. Estas desincronizaciones pueden impactar en la vida cotidiana, alterando los ritmos biológicos, los horarios de descanso y el consumo energético.

Un ejemplo de ello es Argentina, que utiliza el huso horario UTC-3, pese a que geográficamente le correspondería el UTC-4. Esta diferencia genera lo que los especialistas denominan "jetlag social", una desalineación entre el reloj biológico y los horarios oficiales.

En este contexto, los primeros territorios en recibir la Navidad se concentran en el Pacífico Central y en el extremo oriental del planeta. De acuerdo con el sitio especializado Time and Date, los primeros diez países o territorios en comenzar el 25 de diciembre son:

Kiribati (Isla de Navidad/Kiritimati) - UTC+14

Nueva Zelanda (Islas Chatham) - UTC+14

Samoa - UTC+13

Tonga - UTC+13

Nueva Zelanda (territorio continental) - UTC+13

Tokelau (Nueva Zelanda) - UTC+13

Kiribati (Islas Fénix) - UTC+13

Fiyi - UTC+12

Islas Marshall - UTC+12

Tuvalu - UTC+12

En contraposición, los últimos lugares en celebrar la Navidad se ubican en los husos horarios más occidentales del planeta, cerca de la Línea Internacional de Cambio de Fecha, también en el océano Pacífico. Entre ellos se encuentran:

Isla Baker (Estados Unidos) - UTC-12

Isla Howland (Estados Unidos) - UTC-12

Samoa Americana - UTC-11

Niue (en libre asociación con Nueva Zelanda) - UTC-11

Islas Midway (Estados Unidos) - UTC-11

Islas Jarvis (Estados Unidos, deshabitada) - UTC-11

Arrecife Kingman (Estados Unidos) - UTC-11

Atolón Palmyra (Estados Unidos) - UTC-11

Hawái / Honolulu (Estados Unidos) - UTC-10

Islas Cook (en libre asociación con Nueva Zelanda) - UTC-10

Estos territorios celebran la Navidad hasta 22 horas después que los primeros en hacerlo, un contraste que refleja con claridad cómo la geografía y el sistema horario influyen en la organización social y cultural del mundo. Así, mientras en algunos rincones del Pacífico ya se brindará por la Navidad, en otros aún restarán largas horas para que el 25 de diciembre finalmente comience.