Ni chimichurri ni manteca: el truco para darle más sabor a la carne a la parrilla
Conocé este método que puede cambiar el gusto y textura de tu carne.

Cuando se trata de lograr un asado perfecto, cada parrillero tiene su propio secreto para darle el mejor sabor a la carne. Mientras algunos confían en el chimichurri o la manteca para realzar el gusto, un truco mucho más sabroso y efectivo está ganando terreno: la salsa inglesa.

Este condimento líquido, con sabor intenso y un perfil umami muy marcado, penetra en la carne al realzar sus jugos naturales y aportar una capa de sabor compleja sin necesidad de marinar durante horas.

¿Qué es la salsa inglesa y por qué sirve para mejorar el asado?

La salsa inglesa —conocida también como salsa Worcestershire— es una mezcla fermentada de vinagre, melaza, anchoas, tamarindo, ajo y especias. Su combinación de dulce, ácido y salado la convierte en un potenciador natural de sabor.

Cuando se aplica antes o durante la cocción, ayuda a romper las fibras más duras, lo que da como resultado una carne más tierna. Además, gracias a sus azúcares naturales, favorece una leve caramelización en la superficie del corte, al aportar ese dorado atractivo típico de los asados bien hechos.

También funciona como un fijador de condimentos: al pincelarla sobre la carne, todo lo que se le agregue por encima —como sal gruesa o pimienta— se adhiere mejor y actúa más rápido.

Cómo usar la salsa inglesa en un asado

Aplicar este truco es muy fácil y no requiere mucho tiempo:

  • Antes de colocar la carne en la parrilla, pincelá ambos lados con una capa fina de salsa inglesa.
  • Luego, condimentá con sal, pimienta u otras especias al gusto.
  • También se puede usar durante la cocción, al pincelar la carne una o dos veces para intensificar el sabor.
  • Ideal para cortes gruesos, costillas o vacío.

La salsa inglesa no invade el sabor de la carne, sino que lo potencia de forma equilibrada. Es un truco simple, económico y efectivo que puede convertir un asado común en uno memorable.