En la historia de la humanidad hay hechos tan oscuros que reflejan hasta donde el hombre es capaz de maldad. Este sábado justamente se recordó la matanza de los inocentes, cuando el tristemente famoso rey Herodes, ordenó el exterminio de los niños judíos, con el solo fin de aniquilar a un Niño, el que amenazaba sus ambiciones de poder.
Aquel hecho se repite hoy, sin fin. Así lo manifiestó este sábado un grupo Provida, quienes generaron acciones y presencia en la Plaza 25 de Mayo y frente a la Legislatura provincial, "La sangre inocente de miles y miles de niños corre por la tierra de nuestra provincia, la patria y el mundo, sin vergüenza, ante la indiferencia de muchos, la aprobación de miles, la satisfacción de otros tantos, el orgullo asqueante de gobernantes y grupos ideológicos", apuntaron en un escrito.
Según ellos, "la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Argentina se aprobó en diputados el 28 de Diciembre de 2020, (paradójicamente el día en el que se conmemora "la matanza de los inocentes" del pueblo judío), apenas 2 días después, con el apuro de los criminales que desean "legalizar" pronto el delito, se sancionó en senadores, poniéndose en vigencia el 24 de Enero de 2021. Disfrazada como "un paso fundamental en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos", ha sido instalada como una demanda histórica de los movimientos feministas radicalizados que, aparte de naturalizar la matanza de niños por nacer, se ha encargado de dividir a la sociedad en 2 extremos bien diferenciados, y es ahí donde encontramos uno de los mayores daños a nuestra historia cívica".
Al agrupación, en una fecha que es recordada con recogimiento en la Iglesia Católica, fue contudente encontra la ley que promueve el aborto en el país, calificándola de "nefasta". Al marcar su disconformidad con la misma refiere que la misma establece que el aborto inducido es legal y gratuito en los siguientes casos: Aborto terapéutico, caso de violación, cuando la gestación no supere la semana catorce. Sin embargo, hay profesionales que quitan la vida a bebés que superan ampliamente las 14 semanas; encontrándose mujeres que abortaron a sus bebés de 17, 20, 27 y hasta 30 semanas de gestación, justificando la cruel decisión: "haberse peleado con el novio", "no tener trabajo", "violencia de género"
En el final, volvieron a reiterar el pedido a las autoridades del Ministerio de Salud para que estas permitan una sepultura a los bebés abortados, acotando que esto sería "un último acto de bondad". En la actualidad, vale indicar que tras el procedimiento esos cuerpitos son desechados como residuos patógenos.