Quiso invitarla a salir y lo rechazaron con un mensaje hecho por ChatGPT: la historia que explotó en redes
El insólito episodio se viralizó en X y reabrió el debate sobre el uso de la inteligencia artificial para resolver situaciones personales. En Catamarca, la discusión también gana terreno entre usuarios jóvenes.

Un joven se volvió viral en X (ex Twitter) tras contar la insólita manera en que una chica lo rechazó: con un mensaje generado íntegramente por ChatGPT. El episodio, que rápidamente acumuló miles de interacciones, volvió a poner sobre la mesa el rol creciente de la inteligencia artificial en situaciones cotidianas, un debate que también resuena entre usuarios de Catamarca y el país.

Todo comenzó cuando una usuaria publicó: "La amo a la que está al lado mío en el bondi preguntándole al chat gpt si debería separarse del novio jajajajaja país a la deriva". El comentario, entre humor y desconcierto, no tardó en sumar reacciones.

El mensaje de rechazo generado por inteligencia artificial se volvió viral en cuestión de horas. (Foto: X/@coyotecosmico14).
 

Fue entonces cuando otro usuario citó el post y reveló su propia experiencia: "A mí una me rechazó con un mensaje generado con ChatGPT. Encima lo mandó sin editar", escribió, acompañando su comentario con la captura del mensaje que recibió.

En la imagen se puede leer el texto que la joven le envió: "Hola (nombre), quería agradecerte por la salida del otro día y por el detalle del chocolate, fue un gesto muy lindo de tu parte. Sos una persona buena onda, pero siento que no tenemos la conexión que busco en este momento. Prefiero ser honesta para no generar expectativas...".

El mensaje, prolijo, formal y cuidadosamente redactado, evidenciaba de inmediato su origen automatizado. Según contó el joven, la chica lo copió y pegó sin modificar ni una coma.

La publicación se viralizó rápidamente: superó los 20 mil "Me gusta" y alcanzó más de 600 retweets en pocas horas. El episodio reavivó debates sobre el uso de la IA para afrontar conversaciones incómodas, una práctica que, según usuarios locales, empieza a verse también entre jóvenes catamarqueños.