En un hecho que ha generado consternación, un avión privado modelo Challenger 300, con matrícula LV-GOK, se despistó y terminó colisionando contra una vivienda cercana al aeropuerto de San Fernando, en Buenos Aires, Argentina. El trágico accidente, ocurrido al mediodía, dejó como saldo la pérdida de las dos personas que iban a bordo: el piloto y el copiloto.
Detalles del accidente: cómo ocurrió el impacto
Según la información preliminar proporcionada por la Municipalidad de San Fernando, la aeronave, que provenía de Punta del Este, logró tocar la pista del aeropuerto antes de salirse de su trayectoria. El despiste resultó en un recorrido descontrolado que culminó con el impacto directo contra una casa. La colisión provocó un incendio que rápidamente envolvió al avión, lo que complicó aún más la situación en la zona.
El avión, propiedad de la familia Brito, había sido alquilado como vuelo charter a un tercero, según confirmaron fuentes cercanas. Por el momento, las causas del accidente son desconocidas, aunque las autoridades correspondientes ya trabajan en las investigaciones para determinar qué sucedió.
Respuesta inmediata de los equipos de emergencia
Los bomberos de San Fernando actuaron con rapidez para controlar el incendio y evacuar a los vecinos del área afectada. El despliegue incluyó la presencia de varias unidades que trabajaron para extinguir las llamas y evitar mayores daños en la vivienda afectada y en las inmediaciones. Afortunadamente, no se han reportado heridos entre los residentes, pero el siniestro ha dejado a la comunidad en estado de alarma.
Investigación en curso: claves para entender el caso
Este accidente aéreo pone en el foco la importancia de la seguridad en operaciones de vuelos privados, especialmente en situaciones de alquiler. Las autoridades locales y organismos especializados en aviación civil han comenzado a analizar tanto el estado técnico del Challenger 300 como las condiciones climáticas y operativas al momento del accidente.
Se espera que las conclusiones de la investigación ayuden a esclarecer las circunstancias del despiste y a prevenir incidentes similares en el futuro. La familia Brito, propietaria de la aeronave, también colabora con las indagaciones para determinar las responsabilidades del caso.
Los vecinos de la zona han expresado su preocupación por la proximidad del aeropuerto y el riesgo que conllevan este tipo de accidentes. Aunque los incidentes graves son poco comunes, este caso destaca la necesidad de revisar los protocolos de seguridad y de garantizar que las viviendas cercanas a pistas de aterrizaje estén protegidas de posibles emergencias.