Fiel a su costumbre, el grupo norteño de Los Tekis se entregó de manera incondicional y propuso su clásica música que hizo bailar a una gran cantidad de público que prácticamente colmó las instalaciones del Predio Ferial Catamarca el pasado miércoles, viviendo una fiesta inolvidable que se caracterizó por los carnavalitos, bailecitos y huaynos que propuso -tras dos años de ausencia- la banda jujeña en su reencuentro con el escenario mayor de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.
Todos los integrantes del grupo subieron al escenario vestidos con camisas blancas con detalles de colores llamativos en hombros, puños y cuello y pantalones blancos a tono. El primer tema que pusieron en escena fue “Lejos de Ti” y tras ello fueron plasmaron un repertorio con canciones nuevas y mucho más, que la gente acompañó con baile y extensos aplausos. También hubo lugar para aquellas composiciones clásicas como Hasta el Otro Carnaval y Lágrimas y una selección de carnavalitos. Alegría, reconocimiento y ovación para la música de Los Tekis en Catamarca. Así, la banda liderada por Sebastián López deleitó a todos los que concurrieron al lugar.
Y la sorpresa llegó antes que se bajaran del escenario, cuando una pareja del público se comprometió en matrimonio con los músicos jujeños a modo de testigos. Marcelo Nieva y Gabriela Villagra le aportaron emoción a la fiesta carnavalera. El extenso aplauso demostró el particular afecto que el público catamarqueño mantiene con ellos.
Y en el final y con la alegría característica que propone un ritmo que conjuga la cumbia y el pop, Los Totora plasmaron su esperado debut en la Fiesta del Poncho y con sus canciones hicieron disfrutar y cantar a toda la familia. El conjunto, liderado por Juani Giorgetti, cristalizó un show en el que reunieron versiones de temas conocidos y algunos propios, manteniendo vivo el fuego musical de la noche ante un público que no dejó de bailar. Abrieron con un tributo a Luis Miguel y, después de más de una hora, cerraron con esa versión que los identifica: Márchate Ahora. Generaron una gran expectativa en Catamarca y no defraudaron.
Los artistas locales
Previamente el clima festivalero había arrancado con la propuesta folclórica del dúo La Junta, integrado por Ariel Segura y Leo Eschmuller, más el acompañamiento de Ariel Gato Fernández, Tomás Maldonado y Juan Ignacio Molina. A través de un repertorio autóctono, refleja jerarquía y pasión en cada zamba y chacarera que tan bien interpretan. Se destacaron canciones como Cuando Bailas, Catamarca me conoce y Tu Enemigo, entre otras. Un conjunto que se constituyó en un emblema para la música autóctona y así lo continúa demostrando.
La noche también tuvo espacio para la emblemática voz del “Chato” Antonio Bazán, quien se mantiene fiel a través de los años a esa expresión puneña que refleja sus costumbres y se identifica con su tierra, siendo uno de los últimos cantores en actividad que despliega el particular canto de las vidalas y coplas tradicionales. Con caja en mano y su voz ancestral, el coplero demostró por qué a lo largo de los años trabaja para mantener viva la llama de nuestra propia identidad.
Su nombre se ha convertido en un sinónimo de la música folclórica de Catamarca, transformándose en un exponente de real valía que supo difundir y preservar a lo largo de su trayectoria las bellas composiciones que conforman el cancionero de esta provincia. Su espectáculo tránsito por un homenaje al histórico conjunto Los de Catamarca con versiones en estilo de zamba como Vaya Pa que sepa, Añoranzas y Cantale Chango a Mi Tierra, para cerrar con algunas de las nuevas canciones que integran su última placa discográfica denominada Cosecha y en la que sobresalen Calle Angosta y Paisaje de Catamarca. Y en esta ocasión, Marcelo Amador lo confirmó una vez más y demostró por qué se siente tan cómodo en el escenario del Poncho: Canta como en su casa.
Transformado en uno de los mayores exponentes jóvenes de esta tierra, Vitín Martoccia arribó al escenario mayor y entregó sus baladas románticas, ratificando el crecimiento de un artista que ha logrado trascender fronteras y alcanzar con su propuesta musical a incontables fiestas populares del país. Cada composición que entregó el cantor chumbichano fue acompañada por fuertes aplausos del público.
El belicho Antonio “Tono” Aybar, acompañado por el dúo Los Quilmeños, entregó sus clásicas composiciones, que tan bien reflejan el color del paisaje catamarqueño. También se sumó el aporte efectuado por Ariel Martínez (interpretó De Luz y Sombra y Pa' San Sebastián) y el conjunto El Algarrobal, quienes a su turno supieron mantener en alto el clima festivalero en la noche y demostraron la pasión y el talento del canto joven de Catamarca.
Otro momento particular de la noche, fue la puesta en escena que propuso la delegación artística de Tinogasta y que a través del canto y la danza mostraron la cultura de aquel departamento del oeste catamarqueño, a través de una puesta en escena titulada “Tinogasta, La Tierra del Gigante Dormido”.
Además, realizaron su aporte en la noche del miércoles la Academia de Danzas Atahualpa Yupanqui y el Ballet El Montaraz, a lo que se sumó el humor de Ronda Vázquez y la emergente voz jujeña que propone la joven Valen Moisés, que presentó un espectáculo denominado Naturaleza, en el cual efectuó un amplio recorrido por la música popular nacional.
El color de la música ciudadana estuvo presente de la mano de la propuesta que materializó pianista, autora y compositora catamarqueña Noelia “Negracha” Díaz, que puso en escena parte de la producción de su último material discográfico Mi Tango Norteño. Un balance positivo para una artista que siempre demuestra su estilo arrabalero y siempre deja conformes a los fanáticos de la música del 2x4.
