Sufrió un infarto y se salvó gracias a la respuesta coordinada entre hospitales
Ariel Guzmán, de 55 años, fue atendido de forma inmediata tras sufrir un infarto agudo de miocardio. La articulación entre centros de salud públicos y privados permitió una intervención a tiempo y una recuperación exitosa, acción que fue destacada por el paciente.

La historia de Ariel Guzmán, de 55 años, es un ejemplo concreto del valor de contar con un sistema de salud eficiente, entrenado y coordinado. Tras sufrir un infarto agudo de miocardio, su vida fue salvada gracias a una rápida respuesta entre distintos niveles de atención del sistema público y privado de salud de la provincia.

Todo comenzó cuando Ariel consultó por un dolor torácico en el Mini Hospital Carlos Bravo. Allí, el personal sanitario activó de inmediato el protocolo de emergencia cardiovascular y dispuso su derivación urgente al Hospital Central, donde ya lo esperaba el equipo de Clínica de Emergencias, junto con el cardiólogo de guardia.

En menos de 40 minutos, Ariel fue estabilizado y trasladado al Sanatorio Pasteur, donde se le realizó una cinecoronariografía y una angioplastia con colocación de stent, dos intervenciones claves para restablecer el flujo sanguíneo al corazón.

Tras la intervención, el paciente regresó al hospital público, donde completó su recuperación sin complicaciones.

🩺 "En un infarto, el tiempo es clave. Cada minuto cuenta, porque determina cuánta parte del corazón puede salvarse. Hay un indicador que se llama tiempo puerta-balón, que mide desde que el paciente ingresa al hospital hasta que recibe la intervención. No debe superar los 90 minutos. En este caso, lo logramos", explicó el Dr. Lisandro Arcuri, cardiólogo del Hospital.

Este tipo de casos, frecuentes pero poco visibilizados, destacan la importancia de tener una red sanitaria integrada, con equipos capacitados, protocolos bien definidos y una logística que priorice la vida.