Estudiantes autoconvocados del Instituto de Estudios Superiores (IES) de Belén iniciaron una toma pacífica del edificio en reclamo por múltiples falencias que, aseguran, vulneran su derecho a una educación pública, gratuita y de calidad. La medida fue comunicada mediante una carta pública difundida por la Asamblea Estudiantil, en la que detallan los motivos que llevaron a esta decisión.
"La toma no surge de un impulso repentino, sino como respuesta a una acumulación de irregularidades que venimos soportando desde hace tiempo", expresaron los estudiantes, quienes denunciaron la falta de docentes en varias materias, especialmente en las tecnicaturas en Higiene y Seguridad y en Enfermería, carreras recientemente oficializadas que ya enfrentan graves carencias desde su implementación.
También señalaron la ausencia de materiales didácticos, la falta de condiciones mínimas para el cursado y la inacción de las autoridades ante reiterados reclamos. "Nos cansamos de esperar soluciones que no llegan. Hoy decimos basta", expresaron.
Durante la jornada del jueves, los estudiantes mantuvieron reuniones con la Rectora del Instituto y posteriormente una videoconferencia con la directora de Nivel Superior, Roxana Monasterio. Según relataron, no se ofrecieron soluciones concretas. "Sentimos destrato, falta de escucha y subestimación hacia nuestra preocupación. Incluso intentaron reducir el problema únicamente a las tecnicaturas, cuando todas las carreras del IES están atravesadas por falencias similares", señalaron.
La asamblea estudiantil también denunció la presencia reiterada de fuerzas policiales, que habrían solicitado información personal sin identificarse debidamente y dejado patrulleros apostados en el lugar, generando un clima intimidante. A pesar de ello, remarcaron que la toma se desarrolla de manera pacífica, restringida a un solo aula, ante la negativa de las autoridades a permitir el uso del SUM.
"Esta lucha no es contra la institución ni contra su personal. Es en defensa de la educación pública que nos corresponde", aclararon los estudiantes. Y añadieron: "Callamos demasiado tiempo. Hoy decidimos visibilizar lo que se viene escondiendo".
La principal exigencia es la cobertura inmediata de los espacios curriculares vacantes, ya sea mediante concursos o asambleas públicas. "Nuestra formación está en juego. No aceptamos más excusas ni dilaciones. La educación no puede seguir esperando", concluyeron.
La toma continúa y la comunidad estudiantil reafirma su compromiso con una educación pública digna, inclusiva y con futuro.