UDA y SUTECA cuestionaron que el salario docente quedó por debajo de la línea de pobreza
Los dos gremios que no avalaron la propuesta salarial del Gobierno provincial, sostienen que la suba del 7% en julio es insuficiente. Ambos cuestionaron que el acuerdo se extienda hasta febrero de 2026 y pidieron jerarquizar la carrera docente.

En la última reunión paritaria llevada a cabo este martes, tanto la Unión Docente Argentina (UDA) como SUTECA rechazaron la propuesta salarial presentada por el Gobierno provincial, a pesar de que el resto de los gremios que integran la Intersindical Docente —ATECa, SADOP y SIDCA— decidieron aceptarla, contrariando la voz de las bases que estaban en desacuerdo con la propuesta de la Provincia.

Nancy Agüero, secretaria general de UDA, expresó su disconformidad con la extensión del acuerdo hasta febrero de 2026 y consideró que la oferta del 7% para julio de 2025 "sigue dejando a los docentes por debajo de la línea de pobreza". En ese sentido, afirmó: "No fue una propuesta superadora, dista de jerarquizar la carrera docente".

El gremio, que no forma parte de la Intersindical Docente, insistió en que la educación debe ser una prioridad del Estado y reclamó un salario digno para todo el personal del sistema educativo. También reiteró su pedido de mejora salarial para preceptores, bibliotecarios y auxiliares docentes, quienes no fueron contemplados en esta negociación.

UDA había elevado una propuesta propia, construida a partir de consultas con sus delegados, en la que planteaba que el salario docente por cargo debía alcanzar los $1.335.000. Además, propuso la creación de un ítem específico para cargos como preceptores y auxiliares docentes.

SUTECA, por su parte también cuestionó el nuevo esquema de aumento y fue crítico de la desaparición del FONID, apuntando que el reemplazo dado por la provincia no equipara las luchas que se habían logrado con el anterior fondo. Juan Godoy, de esta manera apuntó a los representantes de  los gremios que integran la Intersindical, marcando que cedieron ante la presión oficial. "Es algo irrisorio", sentenció el gremialista.