Tres historias de fe fueron relatadas por creyentes de la Virgen del Valle. La primera de ellas representa un milagro concedido y una promesa por cumplir, la segunda, la esperanza de una familia para que su padre pueda afrontar una grave enfermedad y, la tercera, el relato de una mujer que asiste a la Procesión desde que nació.
Milagro cumplido
Una de las historias más conmovedoras fue la de Gregoria del Valle y su nieta Ariana Leiva, quien estaba vestida como la Virgen del Valle.
La mujer le relató a LA UNIÓN que la niña tuvo una enfermedad llamada “púrpura” que le impedía caminar: “Era una enfermedad que se le puso morado negra las piernas, todo y le impedía caminar y, entonces, estaba internada acá y, como no la conocían, se avanzó la enfermedad, hasta que fue el traslado a Tucumán y yo le hice la promesa a la virgencita que ella vuelva a caminar y que salga de esa enfermedad y es como si nunca le hubiera dado la enfermedad”.
Según contó, la niña adquirió la enfermedad cuando tenía tan solo cuatro años y explicó que aún se encuentra cumpliendo la promesa: "Hasta los doce años tiene que venir ella vestida de virgencita". Por su parte, la pequeña se mostraba feliz y sana, caminando con normalidad.
Esperanza, fe y agradecimiento
La segunda historia la contó Ivana, una joven de Capital que fue acompañada por una gran cantidad de familiares.
Ningunos pasó desapercibido, ya que todos tenían puesto remeras de la Virgen y del Beato Esquiú. Al respecto, explicaron: "En apoyo hicimos la remera para mi papá, que está pasando por una enfermedad, cáncer de mama. Así que, en honor a él, vinimos a representarlo a él, ya que él no pudo asistir a la Procesión".
Además, la joven aseguró que siempre le agradecen a la Virgen por darle un día más de vida a su padre, deseando que siempre lo siga bendiciendo y dándole fuerzas para la gran lucha que le toca vivir.
Devoción absoluta
Por último, Mercedes contó que disfrutó la Procesión, marcando como positivo que se realizara nuevamente en el parque Adán Quiroga, ya que considera que así "se la puede disfrutar mejor", debido al amplio espacio.
Además, no dudó en mostrar que es una gran devota, afirmando de manera contundente "la Virgen es todo" y asegurando que viene desde que tiene uso de razón, desde hace 55 años: "Siempre mis padres me trajeron y, después de eso, sigo yo trayendo a mis hijos".
Respecto a la lluvia, afirmó que fue una bendición de la Virgen, pese a que duró tan solo un minuto y, finalmente, expresó que se sintió "re contenta" por estar presente en el evento de fe.
El testimonio de los fieles
