La comunidad de Esquiú, departamento La Paz, se encuentra preocupada por el actual estado de la capilla histórica de la localidad. Según reclaman los vecinos, la misma se encuentra en mal estado, y denuncian acciones que propician un “desmantelamiento y destrucción de la Iglesia de Esquiú”.
En este sentido, un vecino relató a este medio que han observado que a la Iglesia se le deja “deliberadamente” abierta una canilla de agua del jardín frontal para, supuestamente, “regar las plantas”. Según denuncian los vecinos, las puertas del templo se encuentran cerrar con candado por lo cual no pueden ingresar a cerrar el paso del agua que habría provocado daño a la construcción.
El agua, según indican los vecinos, ha provocado el hundimiento del terreno, afectando la vereda frontal de la capilla y el campanario. En las imágenes que capturó un preocupado vecino de la zona, se puede ver cómo el agua se acumula en el jardín frontal.
Ante la situación, la comunidad ya habría dado aviso al sacerdote Fermín Domingo Chávez, quien está a cargo de la Iglesia. Sin embargo, según indicaron los vecinos, el mismo no solo no les habría brindado respuesta alguna sino que les habría bloqueado los teléfonos.
De este modo, según denunció la comunidad, el problema escaló hasta que las filtraciones de agua generaron que ceda el campanario, por lo cual, el sacerdote, la semana pasada, habría llamado a una empresa que trabajaba en la Ruta Provincial N° 7 para que lleve a cabo la demolición. Al respecto, los vecinos denuncian que la medida no habría tenido autorización ni habría sido consultada, lo cual causó malestar y descontento.
“En una decisión inconsulta y unilateral y sin contar con un proyecto de planificación de obra de cómo sería reconstruido, el pueblo fue despojado de su patrimonio histórico y religioso, ocasionándole daños a la estructura principal de la capilla de Esquiú y dejándola sin su campanario y luego de cometido el hecho, la centenaria campana fue retirada y colgada en un árbol, donde está expuesta a robos.” manifestó uno de los vecinos de la localidad.
No es, sin embargo, el único problema que reclama la comunidad de Esquiú alrededor de la centenaria Iglesia. También, según apuntó un vecino, existe “un pozo negro de 5 metros sin tapa, totalmente abierto, con el peligro que eso representa. Además, se mantiene desde hace meses una filtración en el tanque de agua del baño de la capilla lo que esta ocasionando el humedecimiento del techo nuevo que fue construido hace pocos meses con el esfuerzo y aporte de los fieles”
En este marco, ante lo que consideran un daño al patrimonio histórico y religioso de la comunidad de Esquiú, exigen que el Obispado de Catamarca “tome cartas en el asunto” y brinde a los fieles “las actas o informes de vialidad y de la empresa interviniente en la demolición del campanario” puesto que, según reclaman, el Sacerdote Domingo Chávez les habría dicho que tendría en su poder informes que indican que el campanario no tenía arreglo.
“De no ser así que el obispado se haga cargo de construirlo nuevamente y a la brevedad.” manifestaron.
