El torneo Clausura entra en su tramo decisivo. Tras 10 fechas disputadas y con seis jornadas por delante, la definición promete máxima tensión: todavía restan definir los clasificados a la Copa Libertadores 2026, a la Copa Sudamericana y los equipos que perderán la categoría.
Hasta el momento, Platense es el único argentino con un boleto asegurado a la próxima Libertadores gracias al título obtenido en el Apertura. A esa edición también ingresarán de manera directa el campeón del Clausura y el ganador de la Copa Argentina (con Argentinos Juniors, Independiente Rivadavia y Belgrano en semifinales, y Racing y River en cuartos). Además, los tres mejores equipos de la tabla anual —que no hayan ganado títulos— completarán los cupos: los dos primeros irán directo a fase de grupos y el tercero disputará el repechaje.
Si un mismo equipo gana más de un torneo, las plazas se redistribuirán según la tabla general. Además, si un club argentino conquista la Libertadores o la Sudamericana 2025, se sumará una plaza extra.
En la actualidad, la tabla anual está encabezada por Rosario Central, con 50 puntos tras su triunfo 3-0 sobre Gimnasia en La Plata. El Canalla aún debe resolver el partido suspendido ante Sarmiento. Lo sigue River (49), que atraviesa un mal momento con cuatro derrotas consecutivas: dos ante Palmeiras en la Libertadores, una con Atlético Tucumán y la última frente a Riestra en el Monumental.
El tercer lugar lo ocupa Argentinos Juniors (47), que tras vencer 2-0 a Aldosivi igualó la línea de Boca (47) pero lo supera por diferencia de gol (+19 contra +18). El Xeneize, golpeado por su caída 2-1 ante Defensa y Justicia, deberá reaccionar si quiere volver a la Libertadores después de dos años de ausencia en la fase de grupos. Muy cerca aparece Riestra (46), que dio la sorpresa con su victoria en Núñez y se metió en la pelea.
Por el momento, los equipos en zona de clasificación a la Copa Sudamericana son: Boca (47), Riestra (46), San Lorenzo (43), Tigre (42), Barracas Central (41), y Racing y Huracán, ambos con 40.
La definición promete emociones fuertes, tanto arriba como abajo, en un Clausura que todavía no entregó todas sus cartas.