River Plate atraviesa días complicados, tanto en lo futbolístico como en lo físico. A la dura derrota en el Superclásico ante Boca Juniors en la Bombonera se sumó una noticia que encendió las alarmas en el cuerpo técnico que encabeza Marcelo Gallardo: el mediocampista Maxi Meza sufrió una avulsión del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y deberá ser operado en los próximos días.

El diagnóstico fue confirmado por el cuerpo médico del club en un parte oficial difundido este lunes por la mañana, tras los estudios realizados el domingo por la noche. La lesión implica una separación del tendón rotuliano respecto del hueso de la rótula, una dolencia poco frecuente pero sumamente dolorosa y que exige intervención quirúrgica y un prolongado período de recuperación.

Meza, de 32 años, había regresado recientemente a la titularidad después de una larga inactividad. En julio, el volante se había sometido a una primera operación por una tendinopatía rotuliana en la misma rodilla, que lo mantuvo alejado de las canchas durante más de tres meses. Por eso, esta nueva lesión representa un duro golpe tanto para el jugador como para el cuerpo técnico, que contaba con su regreso como una alternativa clave para reforzar el mediocampo en este tramo final del año.

Según los médicos, el tiempo estimado de recuperación ronda los tres meses, aunque dependerá de la evolución postoperatoria y de la respuesta del jugador a la rehabilitación. En el mejor de los casos, Meza podría volver a trabajar a la par de sus compañeros a fines del verano, aunque su retorno oficial a la competencia podría demorar algo más.

El episodio ocurrió durante el Superclásico, cuando Meza picó a buscar una pelota dividida y cayó inmediatamente al suelo, sin poder moverse. La imagen fue elocuente: el futbolista debió ser retirado en el carrito médico y se lo vio visiblemente afectado, con una férula en la pierna izquierda y lágrimas en los ojos. En ese momento, el temor era una rotura total del tendón, una lesión que hubiera requerido entre seis meses y un año de recuperación.

Aunque el parte médico llevó cierto alivio al confirmarse que no hubo rotura completa, la preocupación en River persiste por la reiteración de problemas en la misma zona. El exjugador de Rayados de Monterrey, que había sumado minutos en apenas cuatro partidos desde su regreso, volvió a quedar marginado justo cuando comenzaba a recuperar ritmo y confianza.

La baja de Meza se suma a otras complicaciones físicas que afectan al plantel y obliga a Gallardo a replantear su esquema para los próximos compromisos. En medio de un presente futbolístico irregular, el entrenador pierde a un jugador de experiencia que aportaba equilibrio y dinámica en el mediocampo.

Con tres goles en el año —uno de ellos en el último encuentro ante Talleres— y apenas 129 minutos disputados en el segundo semestre, el correntino deberá ahora enfocarse en su recuperación física y mental. El objetivo: dejar atrás definitivamente las lesiones que lo aquejan desde su llegada al club y poder volver a vestir la camiseta millonaria en plenitud.

Por lo pronto, Meza no formará parte de la pretemporada de verano, por lo que el cuerpo técnico planifica para él una preparación especial una vez que reciba el alta médica. Su vuelta será gradual y estará condicionada por la evolución del tendón, una zona especialmente sensible y que requiere cuidados extremos para evitar recaídas.

En Núñez confían en que, con paciencia y trabajo, el mediocampista pueda recuperarse plenamente. Pero en el corto plazo, su ausencia se siente: River pierde una pieza valiosa en un momento donde cada jugador cuenta para intentar revertir la imagen y volver al camino de los resultados.