Bitcoin: ¿Por qué se derrumba y hasta cuándo puede durar el fenómeno?
La principal criptomoneda continúa con su tendencia a la baja desde que comenzó noviembre.

El bitcoin cayó 6% este martes en la bolsa de Wall Street y cotizaba por debajo de los US$ 100.000 por primera vez desde junio.

LLegó a bajar a 99.966 dólares, aunque luego limitó su descenso y pasó a cotizar apenas por encima de los 101.344 dólares.

La caída lleva el descenso de los últimos siete días a un rojo del 11,38%. 

En el mercado lo adjudican a la preocupación de los inversores sobre la sostenibilidad de las valoraciones bursátiles, impulsadas por el sector de la inteligencia artificial (IA).

Según Forbes, el movimiento a la baja comenzó a mediados de octubre, luego de que la Reserva Federal redujo las tasas de interés. 

A esa situación se suma la incertidumbre sobre lo que hará el banco central de Estados Unidos con las tasas en diciembre.

Para Katie Stockton, fundadora y socia directora de la firma Fairlead Strategies, el impulso a largo plazo del bitcoin sigue siendo positivo.

Así, fijó como posible precio de la criptomoneda a largo plazo los 134.500 dólares.

La dinámica negativa de bitcoin es similar a la que experimentan en los últimos días las otras criptomonedas. 

Ehereum caía 10,96%, por lo que acumulaba un rojo de 21% en la última semana.

Solana, en tanto, se precipitaba un 6,7% en las últimas 24 horas, extendiendo el rojo semanal a 20,5%.

El movimiento de las otras cripto era similar: Dogecoin caía un 4,2% (20,25% semanal), Cardano lo hacía un 6,5% (21,2% en la semana) y Tron se derrumbaba caída un 0,2%, llevando su movimiento a la baja hasta un 6m7% en la semana.

Entre las stablecoins, Tether USDt cotizaba apenas en rojo (un 0,04% a las 18 de Argentina) y USDC mostraba un leve verde de 0,04%.

El mercado de las criptomonedas habla de "miedo extremo"

El mercado se hundió en el nivel de "miedo extremo", según el Índice de Miedo y Codicia de las Criptomonedas. Se trata de una herramienta que mide el sentimiento del mercado financiero en una escala de 0 a 100 para determinar si los inversores están impulsados por el miedo o la codicia. Actualmente, en varias páginas especializadas se ve reflejado un 27/100, parámetro que continúa bajando desde la jornada de ayer.

En este sentido, el open interest (OI) de Bitcoin aumentó ligeramente un 0,03 % en las últimas 24 horas. Este incremento puede significar nuevas posiciones cortas dentro del mercado. Sin embargo, para el comienzo de la jornada de hoy, casi el 70 % de los traders de Binance con posiciones abiertas en BTC apostaban por un aumento del precio del activo.

Jeff Bezos explicó qué va a pasar con la "burbuja de la IA"

Jeff Bezos subió al escenario principal de la Italian Tech Week 2025 para hablar sobre uno de los temas más discutidos del año: la expansión acelerada de la inteligencia artificial y la especulación que la rodea. Frente a un auditorio colmado, el fundador de Amazon reconoció que el sector atraviesa una etapa de euforia, pero pidió no confundir el ruido del mercado con el verdadero alcance de la tecnología.

"Cuando las burbujas aparecen, lo primero que sucede es que todo se financia: las buenas ideas y las malas", dijo. Bezos explicó que los inversionistas, en medio del entusiasmo, "tienen dificultades para distinguir entre ambas". Aun así, aclaró que ese desorden no invalida el fenómeno: "La inteligencia artificial es real y va a cambiar cada industria".

El empresario describió la IA como una tecnología "horizontal", una capa de habilitación que impactará de manera transversal en la economía global. Hoy existen cientos de compañías que nacen directamente de la IA —desde OpenAI y Anthropic hasta nuevas startups que aparecen cada semana—, pero, según Bezos, el mayor cambio no se dará dentro de esas firmas, sino en cómo la IA transformará a todas las demás.

"La IA va a mejorar la calidad y la productividad de cada empresa del mundo: manufactureras, hoteles, compañías de consumo masivo, todas", sostuvo. Para él, la magnitud del impacto es difícil de dimensionar, pero inevitable. "No hay dudas. No sabemos cuánto tardará la transición, ni si ocurrirá al mismo ritmo en todos los sectores, pero es completamente real".

Bezos separó lo que considera el ruido financiero de la verdadera revolución industrial que está en marcha. Admitió que hoy el mercado muestra comportamientos atípicos, como startups de seis personas valuadas en miles de millones de dólares sin un producto terminado. Sin embargo, pidió no perder de vista la diferencia esencial: "Esto es una burbuja industrial, no una burbuja financiera".

El fundador de Amazon comparó el momento actual con otros episodios históricos. En los años noventa, recordó, hubo una burbuja biotecnológica: "Muchas compañías farmacéuticas emergentes perdieron dinero, pero de ese proceso surgieron medicamentos que salvaron vidas". En cambio, una burbuja financiera, como la crisis bancaria de 2008, destruye valor y deja poco detrás. "Las burbujas industriales no son tan malas. Incluso pueden ser buenas, porque cuando el polvo se asienta y aparecen los ganadores, la sociedad se beneficia de esas invenciones".

Para Bezos, la inteligencia artificial pertenece a esa categoría. Aunque parte del capital invertido se pierda, lo que quede será valioso para el progreso colectivo. "Los beneficios para la sociedad van a ser gigantescos", afirmó con convicción.

La visión del magnate no niega el exceso de expectativas, pero intenta enmarcarlo dentro de un proceso que, según él, se repite con cada gran avance tecnológico. En su análisis, la efervescencia actual podría recordar a lo ocurrido durante el auge de internet en los noventa, cuando detrás del entusiasmo y las pérdidas también quedaron estructuras que impulsaron transformaciones duraderas. Bezos planteó que algo similar podría ocurrir con la inteligencia artificial, aunque el verdadero alcance de ese impacto todavía está por verse.

Bezos describió esta etapa como "caótica y hermosa": un momento en el que el entusiasmo lleva a financiar cada experimento posible. Algunos fracasarán, otros sentarán las bases del futuro. En su lectura, ese proceso es inevitable y necesario para que las grandes transiciones tecnológicas se materialicen.

"Lo que veremos es que, cuando todo se calme, quedará la infraestructura, las herramientas y los avances que harán que las industrias sean mejores".

A diferencia de otros discursos que alertan sobre el riesgo del "hype" o el temor a una burbuja, Bezos planteó un mensaje optimista: la inflación de expectativas puede ser el precio a pagar por una revolución real. Su mensaje final lo resume: "Esto es real. Y los beneficios que traerá la inteligencia artificial serán enormes".