Los temores de un "lunes negro" en los mercados financieros comenzaron a materializarse con fuerza durante la apertura de los mercados de futuros en Estados Unidos este domingo. Las cifras de apertura arrojaron señales preocupantes: el Dow Jones industrial retrocedía 1.405 puntos (-3,7%), el S&P 500 perdía 4,3% y el Nasdaq 100, de fuerte componente tecnológico, caía un 5,4%.
Esta tendencia bajista se replicó en el plano internacional, especialmente en Asia, donde el índice Nikkei de la bolsa de Tokio abrió con un desplome cercano al 7%, que logró recortar parcialmente hasta el 3,5%. El panorama global se torna aún más incierto con la caída de los futuros del petróleo, que perforaron el piso de los 60 dólares por barril, marcando el nivel más bajo desde abril de 2021.
La tensión comercial entre EE.UU. y China dispara el miedo a una recesión mundial
La fuerte baja de los índices bursátiles se inscribe en un contexto de alta tensión geopolítica y comercial. El detonante fue el anuncio de "aranceles recíprocos" por parte del gobierno de Donald Trump, lo que derivó en una inmediata respuesta de China, que impuso aranceles del 34% a productos estadounidenses. Este cruce de medidas ha sido interpretado como el inicio de una nueva guerra comercial, lo que alimenta el temor a una desaceleración global.
En apenas 48 horas tras los anuncios, el Dow Jones perdió más de 1.500 puntos en una sola jornada, mientras que el S&P 500 cayó un 6% el viernes, firmando su peor resultado desde la pandemia. El Nasdaq acumula una pérdida del 22% respecto a su máximo histórico alcanzado en diciembre de 2024, lo que sugiere una corrección profunda en el sector tecnológico.
El peor inicio de año bursátil en casi un siglo
Según el analista Charlie Bilello, este ha sido el sexto peor arranque bursátil en las primeras 64 sesiones del año desde 1927, lo que refuerza la magnitud del impacto que estas decisiones están generando. En paralelo, el índice VIX, conocido como el "índice del miedo", aumentó un 109% en la última semana, el tercer mayor salto desde 1990, reflejando una fuerte volatilidad y nerviosismo entre los inversores.
Mientras tanto, desde la administración Trump intentan calmar las aguas. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, descartó la posibilidad de una recesión y destacó que más de 50 países ya se han acercado para negociar. Sin embargo, tanto él como el secretario de Comercio, Howard Lutnick, fueron enfáticos en que los aranceles no serán levantados a corto plazo, lo que mantiene latente la posibilidad de nuevas represalias comerciales y mayor inestabilidad en los mercados.
Las criptomonedas también se desploman ante el temor económico global
Las criptomonedas, que en un principio parecían inmunes a la volatilidad bursátil, también sufrieron fuertes caídas durante el fin de semana. El bitcoin, la más valiosa del mercado, no logró sostenerse frente al pesimismo generalizado, lo que demuestra que los activos digitales tampoco están exentos del riesgo sistémico y del temor creciente a una recesión global.
Un escenario de alta volatilidad y riesgos crecientes para la economía global
Los datos actuales reflejan una profunda preocupación en los mercados internacionales, con fuertes caídas en acciones, futuros, criptomonedas y materias primas. Las políticas arancelarias de Estados Unidos y las tensiones con China aparecen como factores centrales en este escenario, generando dudas sobre la estabilidad económica mundial en los próximos meses.
El alza histórica del índice VIX, la caída del Nasdaq y el desplome del petróleo son señales de alerta que indican una posible recesión global en puerta. En este contexto, los inversores y analistas deberán seguir de cerca la evolución de las decisiones políticas y económicas, tanto en Estados Unidos como en los principales mercados del mundo.