En febrero, una familia tipo necesitó $ 1.057.923 para no caer por debajo de la canasta básica total (CBT). Así lo indicó este viernes el INDEC, en la misma jornada en la que dio a conocer el dato de inflación de febrero.
Según los datos oficiales del organismo, este indicador subió el 2,3% en febrero con respecto al mes anterior. De esta manera, los hogares con ingresos por debajo de este indicador son técnicamente considerados "pobres". Ese mismo hogar conformado por dos personas adultas y dos menores de edad requirió $ 468.108 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y no quedar en situación de indigencia.
Puntualmente, una familia de tres personas (una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61) debió tener ingresos por $ 842.230 para no ser pobre y de $ 372.668 para no caer directamente en la indigencia.

Por su parte, una familia tipo de cuatro individuos (un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8) necesitó $ 1.057.923 para no convertirse en pobre, y $ 468.108 para no traspasar el umbral de la indigencia.
La Canasta Básica Total, además de alimentos, incluye varios puntos del gasto de los hogares, como indumentaria, salud, transporte o educación, lo que determina la línea de pobreza, a diferencia de la Canasta Básica Alimentaria, que releva solamente lo necesario para comer y establece la línea de indigencia.
Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron del 45% y 53,1% en términos interanuales, respectivamente y, según los datos del organismo, acumulan en el año incrementos del 4,2% y 3,3%, respectivamente.
La línea de pobreza para un adulto se ubicó en 342.370 pesos, con una variación de veinte pesos respecto del mes anterior. En cuanto a la de indigencia, para un adulto fue determinada en torno a los 151.491 pesos.